El misterio que rodea a Emilia Vera

Hace más de un año que nadie sabe nada de Emilia Vera. La mujer de 31 años se fue de su casa a mediados de enero del año pasado tras haber discutido con su familia y nadie más la vio. Se realizaron rastrillajes en esta ciudad, en Neuquén y se la buscó por los ríos, pero sólo se logró dar con parte de sus pertenencias.

Lo último que se supo de Vera fue un mensaje de texto que envió a su hermana Graciela: “Me voy porque estoy cansada”. Le dijo que “la quería y que mañana –por el día de su desaparición– no iba a estar”. Vera vivía con su hijo, su padre y un hermano mayor en el barrio Del Trabajo. Ella cuidaba a su papá que sufre de demencia senil. El hombre tiene 81 años y los investigadores apuntan a que cuando se comunicó con su hermana para decirle que “estaba cansada” y que “se iba” era en referencia a la situación que vivía con su papá. Pero la familia no cree que haya desaparecido por su propia voluntad. Graciela está convencida que “alguien la tiene retenida”.

La primera marcha para pedir que Emilia aparezca con vida se hizo el 4 de febrero de 2016. Ocurrió mientras la Justicia cipoleña estaba en plena investigación. La última manifestación fue a un año de su desaparición, en plaza San Martín. Familiares y amigos de Emilia exigieron su aparición y que la causa no se archive.

El fiscal que tiene a cargo la investigación, Marcelo Gómez, habló con “Río Negro” y explicó que: “Hicimos todo lo que se hace en esta clase de casos y no pudimos dar con ella”. El funcionario aclaró que siguen investigando y concluyó diciendo que: “Todos los datos que fueron aportados a la causa se investigaron a fondo y se hicieron todos los operativos que se debieron hacer”.

Las pistas

Lo primero que hallaron los investigadores fue la bicicleta en la que salió Vera. La encontraron en esta ciudad y después las pistas apuntaban a que podía encontrarse en Senillosa. Esta información surgió a raíz de que tenía conocidos en ese lugar y que cuando desapareció dijo que iba a ir a visitarlos. Se trabajó sobre esta hipótesis y fue en cercanías del río Limay que se hallaron prendas de vestir de la mujer. Se rastrilló la zona y no se halló nada más. Mientras, surgió otra pista que indicaba que podía estar en una zona conocida como Correntoso, que se encuentra en Cuatro Esquinas. Se la buscó en ese sector y el resultado fue el mismo: ni una señal sobre su paradero.

El caso y la investigación