Tortoriello: “El que viene será el año de la obra pública en Cipolletti”

Pasó un año del aquel inédito discurso de asunción a la intendencia cipoleña, cuando Aníbal Tortoriello, tomándole la mano a su persona más cercana, invocó el Padre Nuestro. El empresario abrió su gestión con un discurso atravesado por la religión. “Vengo a servir al pueblo”, dijo aquel 9 de diciembre de 2015 en el colmado salón de Bomberos.

Un año después, Tortoriello analiza su primer año de gestión tomando mates en su despacho. El intendente le da la espalda a un cuadro de Mauricio Macri que lo mirá y una cruz colgada, a pocos centímetros del presidente, dos símbolos de su política: el PRO y la religión. “El comienzo fue difícil porque nos encontramos con una gran deuda, pero con un uso racional de los recursos logramos acomodarlo”, aseguró el intendente.

La nueva gestión denunció un déficit de 43 millones de pesos. El Ejecutivo licuó la deuda a través de una intensa subejecución y según los informes de Contaduría a fines de agosto el déficit quedó saldado. El ajuste se hizo principalmente en los recursos de la obra pública y una auditoría sobre los gastos. “Había mucha anormalidad en los alquileres de vehículos innecesarios, por ejemplo”, explicó.

Tortoriello tomó el municipio en un momento caliente. El cambio a nivel nacional generó una crisis que tuvo sus coletazos en la ciudad y le costó acomodarse. Pasar del ámbito público, Tortoriello es un exitoso empresario regional, al privado no fue sencillo.

El primer semestre tuvo que convivir con muchas protestas, críticas a su gabinete y casi nula inversión en infraestructura. El segundo mejoró en el clima social, pero la falta de obras sigue siendo un déficit de la gestión.

El intendente cree que el 2017 será el año del despegue. “El futuro lo vemos con gran entusiasmo y el panorama de la obra pública es muy promisorio”, adelantó y agregó: “Va a ser el año de la obra pública”.

Se prevén varias obras, especialmente de asfalto y de mejoramiento del desagüe pluvial para el año que viene. Dos trabajos podrían comenzar antes de fin de este: la repavimentación del barrio San Pablo y el corredor de la calle Illia que conecta el centro con el Distrito Vecinal Noreste.

Antes de fin de año, según Tortoriello, se licitarán dos obras más: la pavimentación del barrio 12 de Septiembre junto a otras calles accesorias y el pavimento de la Saturnino Franco entre el parque industrial y el distrito.

Desagües y asentamientos

La lluvia castigó duró a los barrios periféricos de la ciudad durante este año y eso tuvo un costo político para Tortoriello. Los 27 milímetros que cayeron en un par de horas, el 1 de enero de 2016, fue el primer aviso de que el sistema pluvial de Cipolletti no estaba preparado para recibir tormentas intensas. La situación empeoró con la de octubre. El municipio está estudiando el P2, el desagüe principal, para saber qué obras tiene que realizar para mejorar el drenaje. Además, Tortoriello confirmó que Nación destinará 68 millones a una conexión pluvial. “Está la decisión política para hacer las obras necesarias para mejorar el sistema”, aseguró. “A partir de la triste experiencia de la última lluvia comenzamos los estudios completo de los drenajes para determinar las obras que debemos hacer”, insistió.

“Fue una de las razones por las que me metí en política”, aseguró el intendente sobre los asentamientos. En su campaña la regularización de las tomas fue uno de los caballitos de batalla. “Creo que se ha avanzado mucho con algunas y sigue siendo un tema central para nosotros. Estamos promoviendo el diálogo entre los vecinos y los propietarios”, agregó.

Sobre la solución a la problemática habitacional, el intendente indicó que se está proyectando una gran expropiación para ubicar a muchos asentamientos. “Está la posibilidad de emplear el método de la declaración de utilidad pública, hablamos de una franja de la ciudad proyectada por un crecimiento urbanístico”, explicó.