Enseñar a través de las manos

Rubén Quijada tuvo un accidente que lo dejó ciego. Busco la manera de reinventarse y encontrar una salida laboral. La encontró en el masaje y en la docencia. Actualmente comparte sus conocimientos en los talleres municipales Aprender para Emprender.

Un accidente le quitó la vista pero hoy enseña a través de las manos

En el Centro Comunitario del Luis Piedra Buena se enseña y aprende de una manera particular. Este año los talleres Aprender para Emprender sumaron la actividad de masoterapia como una propuesta innovadora e inclusiva. El docente Rubén Quijada trasmite su conocimiento y respeto por el cuerpo humano a través de las manos. Cuando era joven tuvo un accidente que lo dejó ciego. Sin embargo, las ganas de reinventarse y encontrar una salida laboral hicieron que el masaje se transforme para él en la llave secreta para salir adelante. De lunes a viernes, el Centro Comunitario se llena de gente interesada en conocer las prácticas de la masoterapia. Rubén es el encargado de brindar la parte práctica y su compañera de vida, Maite Valdebenito, es la auxiliar de la clase. Ambos se complementan a través de la enseñanza, además porque comparten también el amor por esta técnica.

“Desde la primera clase se habló mucho sobre el respeto a los compañeros. Es muy linda la clase, es interesante y educativa. Me gustaría ejercer la masoterapia”, expresó uno de los practicantes, Wálter Campos de 18 años.

Así como él, son muchas las personas que se acercan a ese espacio de aprendizaje. A muchos los moviliza asistir al taller para aprender y así poder obtener una salida laboral (ve recuadro).

La odisea de Rubén por intentar tener un espacio dedicado a esta práctica viene desde hace varios años, recordó. Tanto él como Maite presentaron en reiteradas oportunidades el proyecto a la municipalidad pero recién este año lograron ponerlo en marcha.

El área de Asuntos Vecinales, a cargo de Andrés Manosalva, y una conocida de Rubén, Jésica Aliaga, impulsaron la iniciativa, al igual que el secretario de Gobierno, Diego Vázquez. La propuesta tuvo tal aceptación que se extendió la cursada del taller y lo que se pensaba que iba a durar solo un par de meses ahora se ampliará a un año, explicaron.

Actualmente casi 50 personas asisten a clases para aprender sobre la masoterapia. Ese taller reúne a personas de diferentes edades y profesiones. La principal particularidad es que Rubén los motiva a prácticas con los ojos vendados ya que la percepción del cuerpo y las manos no es la misma que haciéndolo de manera convencional.

La propuesta se ampliará a partir de mayo. Todos los martes se dejará destinado para las personas que tengan una discapacidad visual. “El masajista casi es un psicólogo (…) entonces uno escucha. Y Dios me dio estas manos por algo, para ayudar a la gente”, expresó el profesor Rubén. “Quiero sacar alumnos como yo, que sean buenos masajistas”, agregó.

“El masajista casi es un psicólogo. Entonces, uno escucha. Y Dios me dio estas manos por algo, para ayudar a la gente”,

reflexionó el masajista y docente cipoleño Rubén Quijada.

Los talleres de masoterapia se dictan de lunes a viernes en el centro comunitario de Luis Piedra Buena. Asisten cerca de 50 personas.

Enseñar a través de las manos

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“El masajista casi es un psicólogo. Entonces, uno escucha. Y Dios me dio estas manos por algo, para ayudar a la gente”,
Los talleres de masoterapia se dictan de lunes a viernes en el centro comunitario de Luis Piedra Buena. Asisten cerca de 50 personas.

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