La ciudad busca urbanizar casi 600 nuevas hectáreas

Esta “expansión controlada”, como la llama el municipio, vendrá de la mano de la nueva normativa que contempla, por ejemplo, una renta diferencial para dueños de los futuros loteos.

La falta de tierra para construir viviendas en Cipolletti es una realidad. El crecimiento de la ciudad y la ausencia de una política de expansión urbana eclosionó en dos problemáticas opuestas: el valor excesivo de los pocos terrenos que existen en el casco urbano y la toma de tierras, particularmente en sectores periurbanos.

En los últimos diez años, salvo la urbanización del noreste, no hubo ampliación del área urbanizada, lo que obligó a muchas familias a buscar terrenos en Fernández Oro, la localidad más cercana y donde la tierra tiene un valor menor.

En esa ciudad se puede conseguir un lote por entre 300.000 y 350.000 pesos mientras que en Cipolletti su precio se eleva a cerca de 800.000 pesos, según los valores que manejan las inmobiliarias locales.

También desde hace años, los propietarios de las chacras de la zona norte del ejido, pasando la Circunvalación, reclaman que se les permita lotear el sector que, por la presión urbana, ya no tiene finalidad productiva.

Esta expansión urbana es una meta que se planteó la actual gestión municipal y que se busca poner en marcha antes de que finalice el año. El objetivo es sumar a la planta urbana 585 nuevas hectáreas.

La dirección de Desarrollo Urbano y Catastro del municipio trabaja para poder darle curso a la ordenanza que se denominó “Expansión urbana controlada”, normativa que fue impulsada durante el gobierno del exintendente Abel Baratti y que fue promulgada en enero del 2015.

Para el plan se definieron distintas áreas de estudio para ampliar la planta urbana. Una de ellas es la zona norte de la ciudad, que fue dividida en tres unidades de gestión.

Para poder concretar la expansión urbana organizada, el municipio tuvo que poner en marcha el impuesto a las tierras rurales improductivas y la tasa diferencial por el uso indebido del suelo en la zona rural, que fue sancionada hace menos de un mes.

Esto fue una condición que solicitó el Consorcio de Regantes y de la Cámara de Productores, informaron desde el municipio, ya que permite tener control sobre ese sector.

Pero la expectativa de las autoridades municipales de contar con una mayor cantidad de zona urbana se confronta con la realidad que refleja el abastecimiento de los servicios como lo es la provisión de agua por un lado, y la capacidad de la red cloacal por el otro.

Las deficiencias son marcadas en sectores puntuales de la ciudad, como sucede en los barrios de la zona centro-este de Cipolletti.

Las personas a cargo del proyecto apuestan a que el Departamento Provincial de Aguas pueda obtener un financiamiento para poner en marcha los planes directores de agua y de cloaca para que se puedan “cubrir las necesidades” y de esta forma lograr el desarrollo, remarcaron desde el municipio.

La ordenanza de “expansión urbana controlada” contempló abarcar la menor parte posible del suelo fértil, explicó el titular de la dirección de Desarrollo Urbano y Catastro, Roberto Bianchi. La zona que se definió como posible fue analizada por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas.

Al mismo tiempo que se sancionó esta normativa surgió otra ordenanza que obliga a los titulares de las tierras a pagar una renta diferencial al Estado por pasar a tener una propiedad con valor agregado. Bianchi reconoció que con respecto a la renta diferencial hay opiniones encontradas ya que hay gente que está de acuerdo en pagarlo y otros no.

Sin embargo, aseguró que el municipio lo que busca es “obtener un banco de tierras” para que se pueda generar el acceso al suelo para aquellas personas que no pueden.

Más de 500 hectáreas

Las tres unidades de gestión están integradas por unas 585 hectáreas que conforman la zona norte de la ciudad. Esta porción comprende desde Circunvalación hasta la calle Hugo Rimmele y desde el Distrito Vecinal Noreste hasta las vías del Ferrocarril.

De las más de 500 hectáreas existen 451 hectáreas libres, o vacantes y 134 están ocupadas por asentamientos informales.

Dentro del total de hectáreas, también hay cooperativas de viviendas que están a la espera de urbanización, según los datos aportados. Esto genera diversas situaciones que, sin dudas, demandarán de un trabajo pormenorizado de las distintas áreas municipales.

Una de las promesas de campaña del intendente, Aníbal Tortoriello (Pro), fue la regularización de los asentamientos de la ciudad, que indefectiblemente involucra los que están ubicados en la zona norte cipoleña.

Para lograr esto, sería necesario llegar a un acuerdo con los propietarios de las tierras o caso contrario, el municipio debería declarar la utilidad pública del suelo. Ambas propuestas están en análisis pero poco se ha avanzado.

La idea, aseguró Bianchi, es lograr un acuerdo entre las partes, para poder incorporar de “manera pacífica” los asentamientos a lo que se proyecta.

Otro de los factores sobresalientes del proyecto es que la urbanización de la margen norte también permitiría conectar de forma directa esta ciudad con Neuquén, a través del tercer puente, ya que la obra desembocaría en la intersección de la Ruta Nacional 151 con la circunvalación Illia.

Bianchi explicó que apuntan a que existan distintas áreas en la zona norte, con distintos usos del suelo, y que esa planta pueda tener entidad propia, debido a la superficie del territorio.

Con respecto al trabajo que lleva adelante desde el municipio, el titular de Desarrollo Urbano y Catastro informó que están trabajando desde que se generó la ordenanza. “Estamos viendo la forma de lograr el crecimiento urbano hacia ese sector (…) intentamos que salga lo antes posible”, remarcó.

Sin embargo, más allá de la buena intención municipal de lograr un crecimiento armonioso, en Cipolletti hay cientos de familias que están imposibilitadas de acceder a un terreno.

En su gran mayoría no pueden contar con el dinero que se necesita para adquirir alguno de los pocos lotes que quedan .

Algunos datos

A través de un convenio urbanístico, entre el municipio y el titular de la tierra, se fijan las condiciones del loteo y también las formas de integración de la renta.

“El municipio lo que busca con esto es generar un banco de tierras para los que no acceden al suelo”.

Roberto Bianchi, director de Desarrollo Urbano y Catastro.

Será necesario obtener financiamiento para las obras que garanticen la provisión de agua y
el funcionamiento de la red cloacal.

Datos

585
hectáreas abarca la expansión urbanística de la zona norte.
(El 30% de esas tierras están actualmente ocupadas).
3
son las unidades de gestión en la que se dividirá la expansión hacia ese sector.
5
son los asentamientos irregulares que hay hacia el norte de la Circunvalación. Ocupan cerca de 134 hectáreas.
A través de un convenio urbanístico, entre el municipio y el titular de la tierra, se fijan las condiciones del loteo y también las formas de integración de la renta.
“El municipio lo que busca con esto es generar un banco de tierras para los que no acceden al suelo”.
Será necesario obtener financiamiento para las obras que garanticen la provisión de agua y
el funcionamiento de la red cloacal.

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