Pirotecnia: poco ruido y muchas luces

La reglamentación del uso de la pirotecnia pasó casi desparecida en la tensa sesión ordinaria del jueves pasado en el Concejo Deliberante que tuvo como eje central la suba del boleto urbano de colectivo. El proyecto elaborado por la presidenta del Concejo Deliberante María Elisa Lazzaretti (ARI) y la concejala Alejandra Villagra (ARI) fue aprobado por unanimidad y se convirtió así en una de las ordenanzas de fondo más importante que trató este cuerpo legislativo.

La nueva norma limita el uso de la pirotecnia: se podrán utilizar solos los luminosos y prohibe, salvo excepciones, la comercialización, el uso y la elaboración de los fuegos de estruendo. Es decir que ya no se podrán manipular cañitas voladoras, petardos o bombas tortas, entre otros.

El proyecto señala que la nueva reglamentación no permite en todo el ejido de la ciudad de Cipolletti, “la comercialización, distribución, tenencia, portación, depósito y uso público o privado de cualquier artículo de pirotecnia audible”.

A diferencia de años anteriores, hubo iniciativas para tratarlo en comisión en 2015 y 2016, el Concejo decidió discutirlo mucho tiempo antes de la fecha del inicio de la comercialización para tener margen de control y para generar políticas de concientización. Esa tarea que quedará en manos del Poder Ejecutivo. En el artículo 6 sostiene: “Es competencia del Estado municipal promover campañas de concientización sobre el uso responsable de la pirotecnia, articulando acciones con asociaciones intermedias y vecinos de la comunidad”. La reglamentación del uso de los fuegos de artificios fue uno de los temas que el propio cuerpo puso en debate cuando asumió la actual gestión. Hubo mucho trabajo, discusiones y finalmente se optó por una opción intermedia. El primer proyecto que presentó Villagra era la prohibición total del uso y la comercialización en Cipolletti, pero tuvo algunos reparos, especialmente desde la oposición. La concejala María Eugenia Villarroel (FpV) siempre se mostró en contra de la prohibición. Villagra aseguró que se trabajó “mucho” en el proyecto. “Fueron largas discusiones y finalmente salió una ordenanza que es muy importante para Cipolletti”, indicó.

La dificultad de controlar la prohibición en otras ciudades, especialmente en Neuquén, fue una de las razones por las cuales se resolvió limitar el uso. Otro de los problemas que se presentó en el proyecto inicial fue el reclamo de los comerciantes que presentaron recursos ante la Justicia para evitar que se prohiba completamente. La ordenanza también es un logro de las organizaciones que hace tiempo vienen pidiendo reglamentación por los problemas que ocasionan los ruidos a personas y en animales, además del peligro que genera la manipulación de algunos fuegos artificiales. Si bien el índice de lesiones ha bajado en los últimos años, siempre hay casos en las fechas festivas.

Desde el 20 de diciembre, cuando vuelvan a habilitarse la venta de fuegos de artificios, no se podrá comercializar ni usar pirotecnia de estruendo. Solo lumínicos.

La reglamentación en otras ciudades

El año pasado Catriel tomó una medida similar y restringió el uso de la pirotecnia de estruendo. Otra ciudad con similar reglamentación es Allen. Bariloche, El Bolsón, Villa Regina o Cordero, son algunas de las localidades que fueron más allá y prohibieron totalmente los fuegos de artificio. Las dos ciudades cordilleranas lo reglamentaron hace más de 10 años. Si bien en poblaciones importantes como Roca y Viedma está permitida, la discusión se instaló en los últimos años en la opinión pública y de a poco cada ciudad comienza a definir su postura en relación a la pirotecnia.

“Se trabajó mucho. Fueron largas discusiones y finalmente salió una ordenanza que es muy importante para Cipolletti”,

aseguró la concejala Alejandra Villagra, una de las impulsoras.

La fecha