Aprovechamiento turístico de paisajes vitivinícolas

El turismo tiene innumerables variables para su aprovechamiento, su descubrimiento, su disfrute, y entre las distintas posibilidades que se le ofrecen a los visitantes se va desarrollando el conocimiento de los paisajes vitivinícolas en el contexto internacional –Argentina tiene las posibilidades para incluir sus regiones vitivinícolas en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco–.

Es necesario defender esos territorios valiosos, encontrando un equilibrio adecuado entre el desarrollo y la protección, teniendo siempre como meta la sostenibilidad.

Tuvimos la posibilidad de tener un interesante conocimiento sobre esta temática durante el seminario internacional de la cátedra Unesco de Turismo Cultural, realizado en la ciudad de Buenos Aires con la organización de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes el pasado abril del corriente año.

Recogimos detallados conceptos entre distinguidos disertantes, como lo fue María Gravari Barbas, arquitecta y profesora en geografía, directora del equipo de estudios e investigaciones en Turismo y de la cátedra Unesco, cultura, turismo y desarrollo de la universidad La Sorbona, de París.

El aprovechamiento de la vitivinicultura y el turismo fue explicado por Tomaso Zanoletti, presidente de la Enoteca Regionale Piemontese Cavour, quien dirigió la asociación nacional de las ciudades del vino en Italia y el comité nacional para la tutela y valorización de las denominaciones de origen de los vinos, quien destacó que la vitivinicultura permite las visitas a las bodegas, formando parte de un producto turístico interesante, ya que se muestra al visitante lo que se produce en los viñedos.

Es destacable la impresión que dejó en una ágil exposición un reconocido profesional del quehacer turístico, Fernando Escudero, quien con una vasta experiencia en la actividad, tanto en la faz oficial como privada, tiene en sus antecedentes haber sido el director de la Unidad Ejecutora del Programa de Desarrollo del Turismo Sustentable de Salta y asimismo haber coordinado el Instituto de Promoción Turística de esa provincia del norte argentino, habiendo sido reconocido por la Organización Mundial del Turismo por la incorporación de prácticas ejemplares en ecoturismo.

Toda esa profesionalidad la volcó en su exposición, dejando su impronta de cuando colaboró con instituciones internacionales en programas de responsabilidad social empresaria.

Mencionó la necesidad de identificar los paisajes más significativos vinculados con la vid, para su aprovechamiento y conocimiento por los turistas, poniendo como ejemplo los paisajes vitivinícolas de los Valles Calchaquíes.

A la vez considero que es un producto que permite que las bodegas se hayan ido organizando para recibir a los turistas, que mediante un circuito y con guías, explican cómo es todo el proceso de elaboración del vino.

En septiembre del presente año la Organización Mundial del Turismo realizó la Primera Conferencia Mundial sobre Enoturismo, en Georgia, cuyo objetivo es la posibilidad de desarrollar un producto turístico de impacto e integración en el patrimonio cultural, artístico, económico, social y medioambiental, alrededor de las bodegas vitivinícolas.

La idea que se va plasmando es ofrecer al viajero una nueva forma de recorrer una región de viñedos, conocer el estilo de vida de los habitantes a través de las bodegas que actúan como centro de interpretación de la zona donde están ubicadas.

No es casual que ese primer encuentro mundial para analizar el aprovechamiento de este “nuevo turismo” se haya realizado en Georgia. Los arqueólogos la han proclamado como la “cuna del vino”. En Kajeti está la principal región de producción de vino de ese país y una de las regiones más antiguas del mundo, donde la gente es hospitalaria, de corazón abierto y vive rodeada por los monasterios, castillos antiguos e iglesias gloriosas.

En la Argentina, a lo largo de 2.400 kilómetros, desde Salta hasta Neuquén y Río Negro, tenemos una extensa región vitivinícola, que atraviesa Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza.

Si nos referimos a nuestra región patagónica, las bodegas ubicadas desde San Patricio del Chañar y Añelo, en tierras neuquinas; continuando por Cipolletti, Fernández Oro, Roca, Mainqué, Villa Regina y Viedma, en jurisdicción rionegrina; se ha constituido una ruta del vino que paulatinamente se va organizando y poniendo en valor para recibir al turismo, que no sólo conoce los pasos de la producción, sino también puede adquirir los vinos elaborados en esos lugares.

Es bueno saber del reconocimiento que a este nuevo tipo de turismo le otorga el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Taleb Rifai, quien ha manifestado que “el turismo enológico está íntimamente relacionado con la identidad cultural, económica e histórica, constituyendo un motor de diversificación que ayuda a los destinos a enriquecer la oferta turística”.

Es indudable que a Río Negro y Neuquén se les presenta, ante el avance de esta actividad, la posibilidad de organizar una “ruta del vino” que comprenda a las bodegas y viñedos de ambas jurisdicciones.

Para ello se debe tener en cuenta que en turismo la posibilidad de potenciar la integración es una oportunidad, ya que los límites desde el punto de vista territorial y/o jurisdiccional deben ser aprovechados. De ahí que es interesante y promisorio que ambas provincias cuenten con establecimientos vitivinícolas importantes, que paulatinamente, como se ha observado, van buscando este aprovechamiento acercando a los visitantes, haciendo conocer cómo se producen los vinos e incluso brindando un servicio gastronómico de calidad en sus restaurantes, como así lo hacen las grandes bodegas mundiales.

(*) Licenciada y experto en Turismo

A lo largo de 2.400 km, desde Salta hasta Neuquén y Río Negro, tenemos una extensa región vitivinícola, que atraviesa Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza.

El secretario general de la Organización Mundial del Turismo manifestó que el turismo enológico está íntimamente relacionado con la identidad cultural, económica e histórica.

Datos

A lo largo de 2.400 km, desde Salta hasta Neuquén y Río Negro, tenemos una extensa región vitivinícola, que atraviesa Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza.
El secretario general de la Organización Mundial del Turismo manifestó que el turismo enológico está íntimamente relacionado con la identidad cultural, económica e histórica.

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