Arriesgada cesión salarial

Weretilneck clausuró el conflicto gremial. Cumplió con UPCN y desactivó el frente con Unter que él había sostenido. Batalló, durante tres meses, con un techo salarial del 17/18% para ceder 6/5% más en una semana. Arriesgada concesión.

El conducto de recursos es muy ajustado. El déficit 2016 llegó a 3.200 millones. El actual repunte de la coparticipación es demasiado leve. Aún así, a mediados de abril, Educación propuso el 21% y Unter aceptó, pero el entendimiento se trabó con el descuento en los días de paros, exigido por el gobierno. Al final, subió al 23% y postergó las quitas. Insiste en su aplicación desde mayo, pero el viraje trastoca su credibilidad. Ya es cuestión de fe.

Es bienvenido para los empleados el 23%, pero arrastra un alto riesgo estatal. El 21% ya era audaz, y dos puntos ubicará el impacto anual en unos 2.700 millones. La prudencia, tan relatada, se perdió.

Alarma: el alza interanual de la coparticipación de la primera quincena de abril fue sólo del 19%. Economía advierte el desequilibrio. No alcanzará con los planificados 400 millones mensuales de las letras y se volvió al plan de títulos de refinanciación, a tres o cuatro años, que el gobernador habló en enero con el ministro Rogelio Frigerio. Ese bono serviría a los vencimientos de letras, y las nuevas quedarán liberadas.

La protesta se reducirá a las andanzas de ATE. Unter alcanzó un acuerdo impensado. La última encerrona derivó en canales políticos y el gobernador priorizó concluir con la disputa. Divisa otros frentes.

La fruticultura arma el suyo. La petición de sus productores es la de siempre: recursos para la coyuntura. La Federación, hoy al mando de Sebastián Hernández, reparte culpas entre Nación y Provincia. Pero estrenó la protesta con la solicitud de renuncia de Alberto Diomedi, un productor hoy al frente de Agricultura. Ese foco responde a un pasado de rivalidad.

Hay un tractorazo en gestación. Nación sólo escucha, pero la Provincia juntó aquel reproche después de un descuido injustificable. La ayuda de Nación a productores –10 millones– estuvo cajoneada cinco meses en Tesorería. En Buenos Aires, Hernández certificó su transferencia el 22 de noviembre. Lo hizo público. Weretilneck se anotició. “Nadie lo reclamó”, recibió de respuesta. Poco quedaba por hacer, salvo ordenar su distribución.

La flaccidez de conocimiento y deber político ilustra esa desatención de las primeras líneas. En una gacetilla, la defensa gubernamental de Diomedí corrió ese yerro a la herencia (Marcelo Martin) y otras áreas, como si fuese de otro gobierno. En el dislate, la Federación, con su recambio, y Nación acompañaron con sus extravíos.

Existe un contratiempo mayor. El proyecto frutícola de reconversión que Weretilneck presentó a la Nación está inmovilizado. Por eso, no dudará correrse cuando los productores salgan a la ruta. Tal vez, sea un oportuno motivo para apartarse del gobierno de Macri, que proyecta en lo electoral.

Ocurrió otro forzado despegue. Tarde, pero Rubén López, procesado por abuso sexual, está fuera de la Legislatura. Las secuelas para el oficialismo todavía no están dimensionadas. Para sacudirse, el plan Castello le otorgaría iniciativa, pero su tratamiento sigue postergado. El consenso necesario se vuelve difuso. Recuperó un voto, con la ida de López (asumirá María Gemignani) pero ¿puede perder otro? ¿El legislador Ricardo Arroyo está fuera del oficialismo? No se afilió a JSRN, pero lo más palpable es la grieta abierta. El vice Pedro Pesatti intenta retenerlo.

El FpV procura mayor aplazamiento del plan, con más exigencias. Así se acordó en la reunión de Martín Soria –acompañado por los diputados Claudio Doñate y María Emilia Soria– con los legisladores Alejandro Marinao, Javier Iud y Ariel Rivero, entre otros. Queda el repaso de las opiniones de los intendentes, donde también se anidan fuertes supuestos.

El gobernador acordó con UPCN y Unter subiendo pauta inicial salarial. Las letras no alcanzarán y Economía retomó un diseño de bonos de refinanciación.

El oficialismo tiene un respaldo parlamentario difuso en el plan Castello. Recuperó un voto propio, y puede perder otro. El FpV coincidió en subir las exigencias.

Datos

El gobernador acordó con UPCN y Unter subiendo pauta inicial salarial. Las letras no alcanzarán y Economía retomó un diseño de bonos de refinanciación.
El oficialismo tiene un respaldo parlamentario difuso en el plan Castello. Recuperó un voto propio, y puede perder otro. El FpV coincidió en subir las exigencias.

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