Después del Brexit, un brote de xenofobia

Cuando Polonia ingresó a la Unión Europea, en el 2004, el entonces primer ministro Tony Blair levantó –de inmediato– las restricciones que hasta ese momento impedían a los ciudadanos polacos residir y trabajar en Gran Bretaña. La respuesta fue instantánea: una ola de inmigrantes polacos se precipitó hacia ese país. Hablamos de unos 850.000 hombres y mujeres, que hoy conforman la más grande colectividad de migrantes extranjeros en ese país. Los polacos son más que quienes llegaron, por ejemplo, procedentes de la India. Por esa razón, aunque muchos lo desconozcan, el polaco es el segundo idioma más utilizado en Gran Bretaña.

Pero lo que hasta ahora había sido una relación entre ambas nacionalidades sin mayores problemas, luego de la decisión del llamado Brexit, parece haberse complicado. En efecto, desde entonces la xenofobia parece haber alimentado la que ha sido una seguidilla de atentados contra la comunidad de expatriados polacos en Gran Bretaña, desgraciadamente.

Tan preocupante es la situación que se acelerara desde junio pasado que Polonia ha enviado a varios miembros del actual gabinete de gobierno a ese país para sensibilizar a las autoridades locales acerca de lo que sucede y pedirles que tomen medidas que permitan superar un estado de cosas extremadamente peligroso, que ya ha dado lugar a algunas importantes marchas de protesta.

Las agresiones xenófobas contra los polacos han sido particularmente intensas y violentas en la zona ubicada al norte de Londres, en torno a la localidad de Harlow. Los resentimientos han provocado que ellas crecieran un fuerte 42% respecto de lo sucedido el año pasado, generando la natural preocupación en Gran Bretaña y Polonia.

Una pena que no le hace nada bien a la imagen de los británicos, que en el pasado no han sido –en modo alguno– proclives a generar situaciones condenables y peligrosas como la aquí descripta, que tiene por blanco del odio a los inmigrantes polacos que residen en Gran Bretaña. Lo sucedido preocupa especialmente cuando se advierte que los ataques xenófobos contra los inmigrantes polacos son contemporáneos a las acusaciones de antisemitismo (de las que se ocupan los medios británicos y norteamericanos) dirigidas contra el Partido Laborista, hoy conducido por el político radical de izquierda Jeremy Corbyn, que reiteran algunas otras del mismo corte que tuvieron lugar no hace mucho, en tiempos de su predecesor en el liderazgo del referido partido, Ed Miliband.

Es tiempo entonces de estimular la tolerancia y evitar que esos brotes de falta de respeto por los demás continúen o se agranden. No le hacen nada bien a la gran nación europea.

*Exembajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas

Lo que había sido una relación entre ambas nacionalidades sin mayores problemas, luego de la decisión del llamado Brexit parece haberse complicado.

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Lo que había sido una relación entre ambas nacionalidades sin mayores problemas, luego de la decisión del llamado Brexit parece haberse complicado.

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