Ego, peleas y liderazgos
Datos
- La polémica que todos anticipaban cuando Barcelona contrató a Neymar estalló tres años después, pero en el PSG. ¿O acaso no decía tres años atrás casi toda la prensa catalana que Barcelona había fichado a Neymar para marcarle a Leo Messi tiempos de nuevos liderazgos?
- La crónica de entonces aseguraba que Neymar-Nike era más conveniente para Barcelona (también Nike). Porque Messi era (y es) Adidas y entonces Nike estaba algo cansado que todos los momentos de gloria de Barcelona tuvieran como protagonista central a una figura de la competencia (Messi con Adidas). Más aún, los medios debatían si acaso no era conveniente para Barcelona vender ya a Messi a precio de oro, antes de que iniciara la debacle, y así tener el dinero fresco para concretar el proyecto de construir un nuevo estadio.
- A Messi no le habrá gustado enterarse además a través de los medios que, secretamente, Barcelona pagaba a Neymar más dinero que a él. Sin embargo, dentro de la cancha jamás hubo pelea, ni siquiera cuando Neymar, inesperadamente, anunció su partida polémica al PSG. Neymar asumió que, con Messi siempre vigente, lejísimos de avisos de debacle, él jamás podría ser el número uno del equipo, algo que sí podía ofrecerle en cambio su nuevo club francés. Se entiende entonces la partida, lo que sorprendió fueron los modos.
- Fue ridícula la escenita pública del domingo pasado cuando, instado por su compatriota Dani Alves, quiso quitarle liderato a Edinson Cavani ejecutando él un penal contra Olympique Lyon. Neymar llegó con su chapa de 222 millones de euros. Y Cavani no es Messi. Aún así, sorprendió que Neymar no tuviera más cuidados. El fútbol, aún con todos sus millones, guarda a veces escenas infantiles. Luchas de egos que tal vez suceden en todos lados. El dinero qatarí que controla al PSG ya le hará entender a Cavani (si no lo hizo en estas horas) que Neymar fue fichado a precio de oro para liderar la conquista de la Champions. Y que para eso hay que tenerlo contento. Cavani ya lo entenderá.
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