El desafío del nuevo negocio
Datos
- “El fútbol profesional está internado grave. Diagnóstico/ Pérdida de memoria sobre su verdadero rol en este pueblo. Se buscan dadores en carácter de urgente: Futbolista que disfrute de jugar y se comprometa a dar y regalar un espectáculo a los bordes. Director técnico que lo sostenga, aún poniendo en juego su espalda, sabiéndose director de orquesta. Directivo honesto, que no especule y entienda que conduce un teatro de barrio. Hincha valiente, que aprecie gestos de valentía, se pare y aplauda daltónicamente a cualquiera que le regale fútbol. Solo así convendría llevar niños a la cancha, solo así”.
- Lo escribió horas atrás el exfutbolista y hoy escritor Kurt Lutman. El fútbol argentino tiene hoy pocos referentes que planten alguna condición al arrollador avance del negocio.
- El gremio, con sus idas y venidas, lo ha hecho cuando paró el inicio del último campeonato. Ya está avisando que volverá a hacerlo con la Superliga si no se solucionan los nuevos-viejos problemas. En ese sentido, no sorprendería que salten oportunas novedades judiciales contra dirigentes del sindicato. O que ya se le haya avisado a los más duros que mejor negociar antes que ser procesado.
- En tiempos de crisis y ajuste, de repartición cada vez más desigual de la torta, el fútbol argentino discute cómo afrontar su nuevo negocio de la Super Liga. Bienvenido que la pelota busque poner fin a viejos vicios. A la naturalización del endeudamiento. Y no sólo con la AFA. Sino también el endeudamiento con el Estado. Sólo que, justo en estos tiempos difíciles, la dureza no hará más que debilitar al más débil. Y agrandar al más grande.
- El fútbol no vive en un submarino. Forma parte de un mundo que, sabemos, no beneficia justamente a los más desprotegidos. Los ingleses, dueños de la patente, bautizaron al fútbol como “el juego del pueblo” (“the people’s game”).
- Ojalá que, en medio de tanto anuncio de transformación, no arrase con más de un siglo de historia.
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