Fútbol más caro para todos

Apuntes para la semana

Desde el último viernes el fútbol profesional volvió a las canchas y también a las pantallas de TV a través del Fútbol para Todos (FPT), con un dato que no debería pasarse por alto: de aquí a fin de año, la televisación en directo de los partidos de primera división y del ascenso tendrá un costo para el Estado de nada menos que 1.250 millones de pesos (unos 83 millones de dólares) por sólo cuatro meses.

Esa cifra de diez dígitos equivale a 28,5 pesos por cada uno de los 44 millones de habitantes de la Argentina, incluyendo a bebés, ancianos o personas desinteresadas en ver fútbol, ni en las tribunas ni por televisión. Y si se dividiera entre los 14 millones en condiciones de trabajar y tributar impuestos directos o indirectos (además de sufrir como todos una inflación de 45% anual), se elevaría a casi 90 pesos por persona, que equivalen al 60% del precio actual de una entrada popular para un partido de primera
($ 150). Estos números corroboran la máxima económica de que nada es gratis para todos y muchos terminan pagando aunque no lo crean.

Aun así, todavía resulta imposible estimar el costo que demandará transmitir en vivo los quince partidos por fin de semana de todo el campeonato, que tendrá un receso en verano y se completará a mediados del año próximo. No sólo porque los clubes de la Asociación del Fútbol Argentino pidieron la rescisión del controvertido contrato que en el 2009 le otorgó al Estado los derechos de televisación y el gobierno de Mauricio Macri anticipó que aceptará. También porque se desconoce cómo y cuándo la AFA negociará esos derechos con un grupo empresario privado (se mencionan al estadounidense Turner y al Grupo Clarín), así como de qué manera Macri podrá cumplir su promesa electoral de mantener la gratuidad de la televisación hasta el 2019.

Estos temas seguramente fueron abordados por Macri y Hugo Moyano durante el almuerzo que compartieron en la residencia presidencial de Olivos el miércoles último, dos días después de que se formalizara la reunificación de la CGT. Sólo se informó que el encuentro fue cordial y que se habló de fútbol y política. Precisamente dos de los principales componentes del conflicto entre la Casa Rosada y la AFA, que hasta hace apenas una semana mantenía en suspenso la iniciación de los campeonatos de todas las categorías. El tercero y más importante –la plata en danza– había sido zanjado provisoriamente unas horas antes; con más dinero a repartir entre los clubes y al sólo efecto de evitar el impacto político de una postergación en el arranque del fútbol.

En efecto, la comisión regularizadora de la AFA acordó con los dirigentes hacerse cargo de la deuda por salarios de los clubes con los jugadores y de descuentos en los costos de transporte (33%) y operativos policiales (sin pago de adicionales), que eran los ejes del reclamo de las categorías menores. Estas se aseguraron recibir mensualmente $ 1,5 millones (en el caso de la Primera B Nacional), $ 648.000 (Primera B Metropolitana), $ 250.000 (Federal A y Primera C) y $ 70.000 (Primera D). Se trata de cifras insignificantes, si se tiene en cuenta que la AFA recibirá para repartir $ 300 millones en septiembre, $ 150 millones en octubre, $ 150 millones en noviembre y $ 350 millones en diciembre.

De este total de $ 1.250 millones, se estima que el Estado sólo podría recuperar menos de una cuarta parte (unos 300 millones), proveniente de los ingresos que recibe de los principales sponsors privados y de los canales El Trece, Telefe y Canal 9 por transmitir los partidos más importantes de cada fecha. A cambio, los clubes se comprometieron a presentar en un plazo de noventa días un plan de regularización de las deudas que mantienen con la AFA y que no han dejado de crecer en los últimos años.

Precisamente, en el plano económico-financiero reside el fracaso más estruendoso del Fútbol para Todos, que durante los dos mandatos de Cristina Kirchner se convirtió en una poderosa herramienta de propaganda política para instalar el relato K ante la audiencia futbolera, a costa de volcar el dinero de todos los argentinos en un barril sin fondo ni control sobre su destino. Desde el 2009 hasta ahora la AFA recibió, a través del FPT, más de 10.000 millones de pesos, que fueron repartidos discrecionalmente entre los clubes para financiar millonarios contratos de jugadores, descontar cheques en “cuevas” o mantener las mafias de los barrabravas.

A pesar de estos aportes, la deuda con la entidad de los clubes afiliados alcanzó en abril de este año $ 985 millones, según datos publicados por el diario “La Nación”. Dentro de los treinta más endeudados, los cinco primeros puestos corresponden a: Independiente de Avellaneda (presidido por Hugo Moyano), con $ 100,4 millones; Argentinos Juniors (que descendió a la B durante la gestión de Luis Segura, sucesor del fallecido Julio Grondona al frente de la AFA), con $ 98,2 millones; Banfield, con $ 85 millones; Quilmes (ligado al exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández), con $ 80 millones, y Lanús, con $ 55 millones. O sea casi la mitad del total. Difícilmente puedan reestructurar esas deudas con sus ingresos genuinos.

Pero todo esto no alcanza para describir la crisis del fútbol. La mayoría de los clubes rechaza a la comisión regularizadora de la AFA que preside Armando Pérez (designada por la FIFA a instancias de la Casa Rosada) y, al plantear la rescisión del contrato por los derechos del FPT, consideró insuficiente para este año un aporte estatal de $ 2.250 millones (unos 150 millones de dólares). También está lejos la normalización institucional de la AFA, sin la cual será imposible negociar los derechos de televisación con grupos privados, para lo cual baraja una cifra de 300 millones de dólares anuales.

Para completar el cuadro, el empresario mendocino Daniel Vila (socio de América TV, que acaba de abrirse de la televisación del fútbol) declaró a la radio Eco Medios de Buenos Aires que ese monto equivaldría al 75% de la “torta” publicitaria total de la Argentina. Por lo cual la única posibilidad de tornar rentable el negocio sin participación del Estado sería cobrar un abono extra de
$ 250 mensuales por la transmisión de los partidos en la TV por cable. También recordó que el estatuto de la AFA prevé aplicar sanciones deportivas (como la pérdida de categoría o suspensiones) a los clubes con fuertes deudas con intervención de la Inspección General de Justicia (IGJ), aunque eso dependerá de una decisión política que no está a la vista. La pelota volvió a rodar, pero más cara que nunca.

1.250 millones de pesos

equivalen a 28,5 pesos por cada uno de los 44 millones de habitantes de la Argentina, incluyendo a bebés, ancianos o personas desinteresadas.

Es imposible estimar el costo que demandará transmitir en vivo los quince partidos por fin de semana del torneo, que tendrá un receso en verano y se completará a mediados del 2017.

Datos

1.250 millones de pesos
equivalen a 28,5 pesos por cada uno de los 44 millones de habitantes de la Argentina, incluyendo a bebés, ancianos o personas desinteresadas.
Es imposible estimar el costo que demandará transmitir en vivo los quince partidos por fin de semana del torneo, que tendrá un receso en verano y se completará a mediados del 2017.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios