La ley y la virtud

Panorama nacional

La señora conserva intacto el don de la ubicuidad. Tras haber cumplido con los requisitos que le impusieron los jueces –la Justicia le reconoció que ha estado siempre ajustada a derecho–, dejó el país para emprender su gira europea no sin antes instalarse en el centro del escenario electoral. Fue la interpretación más indulgente que se encontró en el bloque de diputados del kirchnerismo a lo que ha sido una señal desconcertante dada en las últimas horas por Cristina Kirchner.

“Me excluyo”, dijo y repitió la ex presidenta la noche del jueves durante un acto en el sindicato de docentes privados en Buenos Aires, con lo que insinuó que no contempla presentarse a una candidatura. Unos minutos más tarde, una crónica del acto de un canal de noticias amigo (de ella) era ilustrada insistentemente con el videograph: “Cristina no descarta ser candidata”. En paralelo, voces del kirchnerismo salían a rechazar toda idea de un renunciamiento, un término asociado en el peronismo a la resignación, y hablaban de un juicio equivocado sobre las palabras de la ex presidenta. ¿Fue deliberado o se trató de un lapsus? El suspense, como recurso, tendrá corta vida: el 24 de junio, fecha del cierre de las listas en todo el país.

La doctora Kirchner está sin embargo muy activa. Días atrás se presentó en los tribunales como testigo en la investigación contra el gobierno por las operaciones con el dólar futuro. Una “contra-denuncia” en espejo de la causa que la tiene procesada y camino al juicio oral, en la fiel compañía del ex ministro Axel Kicillof y el ex titular del Banco Central Alejandro Vanoli. Para una cuota mayor de desconcierto: ante los jueces declaró que el macrismo había violentado la autonomía del Central. La noche anterior la ex presidenta había participado de un cena –su llegada fue imprevista– con intendentes y dirigentes del PJ bonaerense en la casa del diputado Cabandié. Se propagandizó como un encuentro en favor de la “unidad” del peronismo, aunque faltaron los que se oponen a una unidad que la contemple a ella. Antes de partir a Europa decidió recortar una semana su estadía para abordar cuestiones urgentes en el país, según hizo saber en una carta a la asociación británica Oxford Union.

Sin responsabilidades institucionales que se le conozcan, en ese texto Cristina Kirchner se presentó como virtual guardián de la vida y hacienda de sus compatriotas. Mencionó como hechos de “suma gravedad” una agudización del frente económico y social “en perjuicio de las grandes mayorías del pueblo argentino” y el polémico fallo de la Corte Suprema, “con el voto definitorio de los dos jueces que ingresaron en el año 2016 por iniciativa del actual gobierno” que otorgó el beneficio del principio de la “ley más benigna” en un caso de delitos de lesa humanidad.

La ex presidenta recogió lo que ya equivale a un extendido rechazo a la decisión de la Corte, al que se han sumado varios fiscales y al menos un tribunal oral federal, que negó la aplicación del beneficio a dos ex represores en casos de robo de bebes y apropiación de identidad. Tras unas primeras horas de desconcierto, el gobierno se sumó a las voces en contra el fallo, a través del ministerio de Justicia y, ayer, de la definición más orgánica del jefe de gabinete Marcos Peña.

La decisión de la Corte, por mayoría de 3 contra 2, descansa en la convicción de que ley más benigna debe ser aplicada a todos los delitos, sin distinción. El voto de la mayoría de los jueces Rosenkrantz y Highton de Nolasco recuerda que el artículo 2 del Código Penal utiliza el adverbio “siempre”. Y el juez Rosatti expone el “dilema moral” que plantea este beneficio en casos de delitos de lesa humanidad. “Este dilema debe ser resuelto con la estricta aplicación de la Constitución y las leyes”, dice. Sobre la independencia de criterio de Rosatti conviene recordar que ha sido ministro de Justicia durante la presidencia de Néstor Kirchner.

El fallo de la Corte sin duda alguna se ajusta a la ley. Y es inapelable. ¿Pero es al mismo tiempo políticamente virtuoso? ¿Es oportuno? ¿Es justo? Incluso: ¿corresponde que el juez se interrogue sobre estas cuestiones?

El bloque kirchnerista en Diputados presentará mañana un proyecto de ley aclaratoria para que se excluya del Código Penal el criterio de benignidad en los casos de delitos aberrantes. Lo hará incluso antes del regreso de la doctora Kirchner, que en medio de las urgencias olvidó agradecerle al diputado Héctor Recalde el cheque personal del Banco Santander por 150.000 pesos con el que garantizó ante la Justicia su vuelta al país. Recalde nunca trató el tema del dinero con la señora; lo hizo sólo con su abogado. Dicen que no alimenta ningún rencor.

El fallo de la Corte sin duda alguna se ajusta a la ley. Y es inapelable. Pero al mismo tiempo ¿es políticamente virtuoso? ¿Es oportuno? ¿Es justo?

Ella olvidó agradecerle al diputado Recalde el cheque certificado por 150.000 pesos con el que garantizó ante la Justicia federal su regreso al país.

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El fallo de la Corte sin duda alguna se ajusta a la ley. Y es inapelable. Pero al mismo tiempo ¿es políticamente virtuoso? ¿Es oportuno? ¿Es justo?
Ella olvidó agradecerle al diputado Recalde el cheque certificado por 150.000 pesos con el que garantizó ante la Justicia federal su regreso al país.

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