La trata es un crimen gravísimo contra los DD.HH.

Hace 18 años se llevaba a cabo en Dhaka (Bangladesh) la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres, eligiéndose el 23 de septiembre como Día Internacional en contra de la Explotación y Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, nada menos que en homenaje a la ley Nº 9143, también denominada ley Palacios, la primera norma que se promulgó en el mundo contra la prostitución infantil –en Argentina, en el 1913–.

Cada 23 de septiembre las organizaciones antitrata recordamos la necesidad de generar conciencia en los gobiernos y en la sociedad civil sobre las consecuencias de este crimen que afecta principalmente la vida de millones de personas en todo el mundo.

La trata de personas es un crimen gravísimo contra los derechos humanos, cuyos fines son la explotación sexual y laboral, trabajos forzados, tráfico de órganos, etc.

De estas variantes, la relacionada con la explotación sexual es la más numerosa y conlleva un fuerte componente de género, pues la inmensa mayoría de sus víctimas son mujeres y niñas.

En nuestro país, después de nueve años de la sanción de la primera norma interna contra la trata de personas, la ley 26364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, se han rescatado un total de 11.169 víctimas. Sin embargo, esto no significa que todas las personas rescatadas han recibido la asistencia que poseen como derecho.

Tenemos aún una deuda enorme respecto a la reparación del daño a las víctimas y restitución de sus derechos económicos, sociales y culturales.

La Red Alto al Tráfico y la Trata viene denunciando la ausencia de políticas públicas para la asistencia a las víctimas (particularmente trabajo y vivienda), la falta de patrocinio jurídico para que las víctimas puedan iniciar querellas y reclamar la reparación económica al daño sufrido, la escasez actual de campañas de prevención, la ausencia en muchas provincias de equipos específicos para la asistencia, la falta de investigación de la trata en sí, ya que se rescatan las víctimas cuando ya han sido explotadas, y desde el año pasado la caída drástica del número de rescates que han disminuido en un 80%.

Creemos que la lucha contra la trata requiere del trabajo articulado entre Estado y sociedad civil.

Visibilizar y combatir este crimen contra la humanidad requiere del compromiso de toda la sociedad, pero la responsabilidad primaria recae en el Estado que debe aportar los recursos económicos y humanos necesarios para que esta lucha sea efectiva.

*Presidenta de la Red Alto al Tráfico y la Trata de Argentina (RATT Argentina), www.rattargentina.com


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios