Las disputas en el gobierno, otro desafío para la economía 2018

Los objetivos macroeconómicos que fijó el gobierno nacional para este año no son nada fáciles de alcanzar, a la luz de los problemas estructurales que evidencia constantemente la situación del país.

Claramente, bajar la inflación al 15% anual o reducir el déficit fiscal en un dígito, bajando del 4,2 al 3,2 para este año, o mismo mantener un crecimiento económico cercano al 3%.

Es decir, conjugar estas variables buscando minimizar los efectos sociales tal como lo piensa el gobierno nacional es una tarea muy difícil de realizar y requiere un bisturí sumamente fino para un paciente que sigue estando en terapia.

El problema se agrava si los médicos que atienden al paciente no trabajan al unísono y por lo tanto la diversidad de opiniones hacen que quizás los tratamientos que se implementan no tengan la efectividad que se requiere.

Como cualquier equipo de trabajo, en el gabinete económico lógicamente los funcionarios tienen sus propias opiniones, más allá de formar parte de la presidencia de Mauricio Macri.

Y es precisamente el aumento de las disputas internas lo que hace que la gestión económica del gobierno en este año tenga que enfrentar otro gran desafío, no sólo la reducción del déficit, la inflación y el mantenimiento del crecimiento.

Disputas internas que ya se cobraron algunos alejamientos como en su momento fueron los del exministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, o la titular de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini.

Después del cambio de la meta de inflación quedó claro que la política económica la marca el presidente Macri conjuntamente con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y su segundo, Mario Quintana.

Sin dudas que tanto el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, como los actuales integrantes del gabinete económico van perdiendo cada vez más poder de decisión dentro de las directivas que adopta el gobierno en materia de gestión económica.

Incluso algunos funcionarios que hasta hace muy poco tenían una sólida posición dentro del gabinete hoy aparecen como más relegados.

Quizás el caso más concreto de esto sea el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Y también se ven algunos cruces internos que son para seguir de cerca. Uno de ellos es la relación de Casa de Gobierno con el Indec, y particularmente con su titular, Jorge Todesca.

Durante el segundo semestre del año pasado comenzó a observarse que algunas de las cifras trascendentes que elabora el organismo como índice de precios al consumidor, nivel de actividad o desempleo fueron “filtradas” antes de su difusión normal por comunicado del Indec.

Se sabe que algunos medios muy cercanos al pensamiento del gobierno y también ciertas agencias internacionales de noticias han tenido minutos antes de su difusión datos importantes como la inflación.

En el entorno del titular del Indec, Jorge Todesca, están al tanto de la situación y hay un indisimulable malestar por esas circunstancias que se repiten mes a mes.

“Ha sido un gran esfuerzo recomponer el Indec, para que el organismo sea creíble, tenga cifras que ya nadie discuta. Por eso, estos hechos que hemos generan una gran incomodidad”, admitió un funcionario del organismo oficial.

El tema del Indec no es algo menor.

Después del desastre que hizo el kirchnerismo con el organismo de estadística oficial de mejor calificación en América Latina hasta que el gobierno anterior lo destruyó, que comiencen a filtrarse ciertos datos sin dudas es “un punto de alerta”.

Está claro que éste no es un año electoral, con lo cual en el gobierno saben perfectamente que tienen un margen de maniobra de aproximadamente unos diez meses para continuar con las reformas pendientes y administrar esas disputas internas.

Pero una luz amarilla en el horizonte es que la carrera por las elecciones presidenciales para el 2020 se va a adelantar, con lo cual todo indica que a fines de este año ya se largarán las campañas.

Esto conlleva a un desafío trascendente.

Aguantar las embestidas más fuerte de la oposición, conjugar los diversos aspectos de las metas fijadas y reencauzar la relación interna del gabinete para evitar que el internismo socave las bases de un gobierno que, hasta el momento, goza de tener una oposición muy débil y fragmentada.

Además de la reducción del déficit, la inflación y de mantener el crecimiento, deberá superar discordias. Frigerio en Interior y Todesca en el Indec enfrentan objeciones.

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Además de la reducción del déficit, la inflación y de mantener el crecimiento, deberá superar discordias. Frigerio en Interior y Todesca en el Indec enfrentan objeciones.

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