Los que inventan el futuro

Todo lo que rompe con la lógica de lo ya conocido comienza siendo fuertemente rechazado (generalmente acusado de desvarío). Lleva un largo tiempo que se lo admita (y sólo se lo hace si demuestra tener éxito de manera reiterada). Luego se lo integra a la práctica cotidiana como si fuera lo más normal del mundo. Y cuando ya es plenamente admitido dentro de la experiencia mayoritaria, se dice que realmente no aportó nada demasiado nuevo; que era meramente obvio. Ese es el proceso completo de percepción de lo nuevo: primero visto como locura y al final como obviedad.

Quizá la mayoría de los argentinos no lo sepa –porque en los medios locales apenas si tuvo una difusión menor–, pero el martes pasado, en el marco del Congreso Internacional de Astronáutica, se expuso con detalle un plan para colonizar el planeta Marte a partir del 2023, es decir dentro de apenas siete años. ¡No ya llevar un hombre a la Luna, sino transportar a Marte un millón de personas para que funde allí una nueva civilización! ¿Se entiende lo que está en juego?

Quienes vimos en directo la conferencia por streaming o leíamos a los que la transmitían por Twitter tuvimos la extraña sensación de estar ante una ficción de Julio Verne, pero representada con todo el aparato espectacular del Cirque du Soleil, y a la vez pensamos que algo así debe haber sucedido en Sevilla, en 1492, cuando Colón trataba de conseguir el apoyo de la Corona de España para lanzar sus tres carabelas al mar, desafiar el límite de las creencias de su época e inventar el futuro.

El hombre que anunció el plan de colonización de Marte es el sudafricano Elon Musk. Desde que fundó en 1998 Pay Pal (la compañía de pago y comercio electrónico) hasta la actualidad, Musk ha desarrollado varios de los emprendimientos más innovadores de nuestra época: Tesla Motors (que fabrica autos y baterías eléctricas), Space X (cuyos cohetes ponen en órbita los principales satélites) o SolarCity (que provee energía solar a grandes poblaciones). Los periodistas suelen compararlo con el personaje de historieta IronMan, el millonario tecnólogo.

El martes 27 Musk presentó su plan para colonizar Marte. En estos últimos tres días han aparecido en los medios tradicionales y en los blogs decenas de miles de artículos criticando ese plan, mostrando todos los puntos que no fueron claramente probados o diciendo, al menos, que para hacerlo posible (ya que muchos admiten que “técnicamente” el plan parece posible) es necesario tal cantidad de dinero, de nuevas leyes y de coordinación política a nivel planetario que es casi imposible que Musk lo logre realizar.

Lo más interesante de la visión de Elon Musk es su desmesura. No sólo planea colonizar Marte con un millón de humanos, sino que dice que esa es la primera parada. Que el límite es el infinito y que los humanos podrían, en un futuro no tan lejano, expandirse por todo el sistema solar y de allí a la galaxia y más allá, como diría Buzz Lightyear, el personaje de la saga “Toy Story”.

Las probabilidades actuales de que dentro de siete u ocho años un grupo de humanos funde la primera colonia marciana son muy pequeñas, pero el sueño es gigante, y todo proyecto gigante comenzó por ser un sueño.

El universo griego no podía pensar el mundo más que bajo la forma de pequeñas ciudades-Estado, que vivían siempre en guerra entre ellas. Alejandro Magno fue el primero que imaginó que el mundo podía ser la patria de todos los hombres, sin importar ni raza ni lengua ni religión y comenzó a los 19 años su loca aventura de unir al mundo. Al morir a los 33 años, ya había creado un territorio multicultural que iba de España a la India pasando por el norte de África, en el que convivían más de mil lenguas y cientos de naciones distintas. Sobre esa base, Augusto edificó el Imperio Romano que funcionó durante 500 años.

A mediados de los 50 era una locura pensar que una década más tarde el hombre llegaría a la Luna. Mera ciencia ficción. Como la que escribía el ingeniero alemán (y héroe nazi) Wernher von Braun en la revista “Collier’s”, hablando del futuro interespacial. A principio de los 60, el presidente John Fitzgerald Kennedy lo tomó en serio y lo puso al frente de la NASA. En 1969, Neil Armstrong se transformó en el Cristóbal Colón del espacio exterior: superó los límites humanos y caminó sobre la superficie lunar.

Los sueños de los hombres pueden ser terribles, porque somos capaces de hacerlos realidad.

El hombre que anunció el plan de colonización de Marte es Elon Musk. Desde que fundó Pay Pal ha desarrollado algunos de los emprendimientos más innovadores de la época.

Lo más interesante de la visión de Elon Musk es su desmesura. No sólo planea colonizar Marte con un millón de humanos, sino que dice que esa es la primera parada.

Datos

El hombre que anunció el plan de colonización de Marte es Elon Musk. Desde que fundó Pay Pal ha desarrollado algunos de los emprendimientos más innovadores de la época.
Lo más interesante de la visión de Elon Musk es su desmesura. No sólo planea colonizar Marte con un millón de humanos, sino que dice que esa es la primera parada.

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