Operativo deserción y forzado camino

Panorama de río negro

Juntos no estará en la disputa de octubre. Decisión tomada. Weretilneck ya había relativizado esa elección, pero la derrota en Maquinchao fulminó al oficialismo en el proceso. El candidato, Fabián Gatti, lo empujó más cuando le expresó su deseo de abandonar, repitiéndole lo que le había dicho después de las primarias.

La general pronostica una sangría más fatídica, vaticinan. El gobernador arma la salida, pero los hechos lo superan y el desbande se instala. El jueves, el bloque evaluó la deserción y la mayoría la compartió. De la veintena de legisladores, sólo tres defendieron persistir: Tania Lastra, Viviana Germanier y Sandra Recalt. La roquense lo analizó desde su campo, pero dejó un interrogante provincial: ¿la deserción cuánto favorecerá a Martín Soria? Cambiemos recogerá votos, pero el caudal oficialista tendrá también otras direcciones, incluso al FpV por el origen peronista de varios dirigentes de Juntos.

Otro paso de la retirada anida en su renovación del gabinete. Weretilneck apartó de su vista a Matías Rulli y Fabián Galli, dos articuladores de los siempre reprobados usos estatales en las campañas. Así, además, alejó a dos dirigentes peronistas. Con los reemplazos ahonda su reclusión en su poder. A la Secretaría General llega Nelson Cides, un viejo compinche, y en Desarrollo Social arriba Nicolás Land, un abogado del ministerio, instruido en la función pública por el mismo gobernador. Ambas gestiones se delinearán con la resolución de sus equipos. En su ascenso, Land supo de las falencias estatales: sus primeros meses en su cartera –en el 2014– los cobró con becas. Entonces, bien sabe de esa precarización.

Arabela Carreras asumirá en Turismo con su talante político, conexo a Weretilneck, y después que los empresarios barilochenses no pudieron o no quisieron aportar el ministro. El gobernador se cansó de esa indefinición contestataria y se resguardó en la legisladora. Variarán los vínculos. Esta semana, la Cámara de Turismo renovará su mando. Felipe Orticelli ocuparía la presidencia por Daniel García, con sólida relación con el gobierno.

El ascenso en Economía de Agustín Domingo por Isaías Kremer se conocía de antemano. Los cambios no concluyeron. Entre los próximos, las renuncias alcanzarían al segundo de Educación, Juan Carlos Uriarte y, seguramente, otros ministerios tendrán sus renovaciones entre octubre y diciembre cuando impere otro proceso en Weretilneck.

¿Por qué aún no anuncia la deserción de octubre? “Esperamos hablar con Nación”, respondió un allegado. Prevé para esta semana una audiencia con el ministro Rogelio Frigerio. El rionegrino tiene dos motivaciones: garantía de gobernabilidad y planes políticos conjuntos.

No cerrarán las puertas, pero tampoco habrá apuro. El presidente Macri conserva su enojo por el rechazo nuclear y, en ese sentido, el diputado Sergio Wisky resiste cualquier indulto adelantado. El gobernador y el diputado persistirán en sus inquinas. Algunas incumben a riñas del pasado reciente y, además, asoman competencias futuras.

Miguel Pichetto sí es un aliado de Weretilneck en su incursión nacional. En agosto, el senador ya le aconsejó que se apartara de la elección de octubre. Esa participación proyecta una compleja y venidera confluencia del oficialismo con parte del PJ provincial, encadenada a Cambiemos. En concreto, un frente anti-Soria. En esa conjetura, hay quienes detectan que la desperonización del gabinete se enmarca en ese designio.

Toda construcción depende del gobernador. Y su andar es errante y fastidiado. Repele su esencia política. El jueves lo ratificó cuando ignoró a la recién electa intendenta de Maquinchao, Silvana Pérez. Encabezó una entrega de viviendas, en la que no invitaron a las autoridades municipales. Igual, Pérez asistió y forzó un saludo de Weretilneck. Un gobernador extraño y un mundo político tan contradictorio pueden pulverizar cualquier certidumbre.

Decidido el retiro,

el oficialismo sólo evalúa su comunicación y espera

–esta semana– gestos nacionales que, según fuentes oficiales, no serán los esperados.

El gobernador Weretilneck rearma su equipo, con menos peronistas, y ahonda la concentración de poder, preparándose para otro proceso político en los próximos dos años.

Datos

Decidido el retiro,
el oficialismo sólo evalúa su comunicación y espera
–esta semana– gestos nacionales que, según fuentes oficiales, no serán los esperados.
El gobernador Weretilneck rearma su equipo, con menos peronistas, y ahonda la concentración de poder, preparándose para otro proceso político en los próximos dos años.

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