Quiroga, el pajarito llamador de votos

A Horacio Quiroga algunos de sus allegados le dicen “pajarito llamador”, pero de votos. Es una forma jocosa de definir el poder de tracción electoral que tiene el intendente de la ciudad, un hecho comprobado después de acumular varios triunfos en la capital.

La frase completa que alude a esa facultad de imán es “no podemos matar al pajarito llamador” y se ha expresado en un contexto de debate interno en Cambiemos que ya discute, con discreción, las principales candidaturas para el 2019.

El radicalismo, partido de origen del intendente, está atento a la evolución de esta interna del espacio del macrismo que integra, porque ve en esta disputa una oportunidad para reafirmar y fortalecer la pertenencia partidaria de Quiroga, tarea difícil, ya que es conocido el desapego del intendente por las estructuras políticas.

El Pro pretende impulsar como candidato a la sucesión a Marcelo Bermúdez, mientras que Quiroga apuesta fichas al presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Monzani, que en la última elección le sumó votos al proyecto municipal en una zona hostil para el intendente, el oeste de la ciudad. Apoyado en el discurso políticamente correcto, el intendente asegura para despistar que tiene tres candidatos. Suma a la lista de los dos ya mencionados el nombre de José Luis Artaza.

El puesto de la candidatura a intendente forma parte de un armado electoral complejo. Si Quiroga va otra vez por la gobernación y tiene chances de ganar, podrá ser más generoso en el reparto; pero si ve que ese objetivo se aleja querrá tener en el Municipio a alguien de mucha confianza. La pelea no es muy visible en la superficie, pero tiene levadura desde hace tiempo.

El vínculo de Quiroga con el macrismo es de desconfianza mutua y la relación con Bermúdez de tolerancia, definió esta semana una fuente allegada al intendente. El crédito a medias entre Neuquén y la Casa Rosada se sostiene por algunas convicciones ideológicas, algunas más pragmáticas, pero todo transcurre en medio de un delicado equilibrio.

En Cambiemos hay expectativas de vencer al MPN en el 2019. Confían en una marcha positiva del gobierno de Mauricio Macri como potenciador de esa proyección a nivel local y apuestan a un debilitamiento del partido provincial como opción de poder.

La UCR quiere varear a Quiroga para hacer pie en el interior, donde los votos le han sido esquivos. Hay cierto entusiasmo por el crecimiento del caudal de votos en algunas ciudades de la provincia en la última contienda electoral. Claro que esa fue una pelea por bancas en la Cámara de Diputados y la próxima nada tendrá que ver con aquella.

Si Quiroga finalmente se juntará con Ramón Rioseco, el referente de un partido provincial nuevo comparado con la longevidad del MPN, es una pregunta que hoy no tiene respuesta. Pero tanto dentro como fuera de Cambiemos creen que todo es posible entre dos intendentes que se llevan bien y que, además, son capaces de reorientar el GPS político con tal de que las piezas encajen.

En el MPN la interna quedó en stand-by y el gobernador Omar Gutiérrez dijo que quiere definir los cargos partidarios en agosto, en día a definir. La pelea por las candidaturas electorales quedará para después y por ahora no arriesga una fecha.

Los cimbronazos que afectaron la vida interna del MPN se frenaron un poco. Los golpes fueron a partir del enfrentamiento entre Gutiérrez y su vicegobernador Rolando Figueroa, y la denuncia contra el exgobernador Jorge Sapag por el supuesto intento de abrir dos cuentas en un banco de Andorra para presuntamente ocultar dinero proveniente de sobornos de las renegociaciones de los contratos petroleros.

Como dice el gobernador, Gutiérrez y Figueroa podrán jugar mucho al truco sin señas, pero esa ingeniosa referencia omite el hecho de que se trata de un juego que contempla el engaño. Y el caso Sapag tal vez podrá no tener consecuencias judiciales, pero el daño político ya está hecho.

Al intendente sus partidarios le atribuyen facultades de imán con los votantes y el radicalismo. Su partido de origen explota esa condición.

El gobernador Omar Gutiérrez quiere que las internas por los cargos de conducción en el partido se lleven a cabo en agosto. El día quedó en suspenso.

Datos

Al intendente sus partidarios le atribuyen facultades de imán con los votantes y el radicalismo. Su partido de origen explota esa condición.
El gobernador Omar Gutiérrez quiere que las internas por los cargos de conducción en el partido se lleven a cabo en agosto. El día quedó en suspenso.

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