Sobre la responsabilidad social

Por José Ignacio Muñoz*

Entendida la responsabilidad social de una organización, sea pública o privada, como un concepto de gestión, se funda en la ética y la transparencia de sus actos, comprendida en la veracidad de sus comunicaciones, la conducta responsable y los principios a los que responde y sirve la comunicación institucional.

Es importante que las organizaciones empiecen a pensar en la innovación generada por equipos humanos, desde lo colectivo, con la premisa de trabajar multidisciplinariamente.

Resulta obsoleta aquella vieja idea de estructura organizacional que pensaba la innovación desde el individuo, aisladamente y con escasa interacción, alejado del colectivo social.

Hoy, el protagonismo se da “jugando en equipo”, bajo el precepto de complementariedad. Lo que en las organizaciones puede considerarse como búsqueda de optimización de recursos existentes. No hay nada mejor que la organización se sienta no sólo capaz de realizar y realizarse, sino de hacerlo con responsabilidad hacia sí y en su relación con la sociedad.

De igual forma ocurre con el sentido de la responsabilidad social: si bien inicia con la responsabilidad individual, la suma de las voluntades en relación a la misión, la visión y las funciones que hacen a la organización en su conjunto pueden establecer un mayor grado de credibilidad y logro en la aplicación de acciones que hacen al actuar en un sentido responsable, con responsabilidad, por y para con la sociedad.

Desde la mirada institucional, la responsabilidad social es un elemento esencial de la organización, un comportamiento socialmente responsable por parte de la ésta.

Implica conocer las repercusiones del desarrollo de sus actividades y del logro de sus objetivos, en los intereses y expectativas de sus diferentes públicos internos y externos.

El proceso de planificación de acciones de responsabilidad social por parte de las organizaciones supone un conocimiento y dominio de los conceptos y herramientas de la comunicación institucional, como así el entendimiento de la organización a la que pertenece; además del complejo “entramado social” en el que están inmersos y son partes actuantes en los sistemas culturales a los que pertenecen. Sistemas culturales, dinámicos y cambiantes, en tanto las sociedades van cambiando.

Y a partir de esto, he ahí su compromiso y sentido de responsabilidad que le asiste frente a la sociedad. No sirven aquellas organizaciones que sólo se piensan para sí.

Es parte del proceso ético y transparente de toda organización mostrar lo que es fielmente y lo que es capaz de ser y aportar a la sociedad. Por esto, es además importante el desarrollo de una comunicación responsable, mediante la correcta comunicación de la responsabilidad social de la organización y la responsabilidad en la propia labor comunicadora.

Hay organizaciones que están apostando por la creación de un departamento específico de responsabilidad social.

Hoy el entorno social exige de las organizaciones posturas socialmente responsables.

Compromiso, el cual mantiene a la organización cumpliendo con la responsabilidad al ser parte del desarrollo de una sociedad, mejorando la calidad de vida de todos.

Frente a esto se plantea la necesidad de reconocer cómo estamos mirando al otro como mejor forma de planificar acciones de responsabilidad social.

Punto de partida: se trata de lograr acuñar el verdadero concepto y sentido de responsabilidad social que deben tener las organizaciones. Sobre todo en estos tiempos en los que muchas veces expresan un dejo de falta de solidaridad, en muchos casos justamente por el otro.

En este orden se trata de asumir responsabilidad desde el ser uno mismo, en la individualidad, para poder pregonar desde lo institucional, en un todo, el alcance de una mejor sociedad en su conjunto.

*Magister en Comunicación en Organizaciones, profesor regular de la Universidad Nacional de Río Negro

Punto de partida: se trata de lograr acuñar el verdadero concepto y sentido de responsabilidad social que deben tener las organizaciones.