Un puente para niños y jóvenes

La noticia reciente sobre los niños que debían cruzar a nado un arroyo de Misiones para asistir a la escuela me hizo pensar, al mismo tiempo, en los alumnos de la academia internacional Puente del este de África. Veamos este pensamiento.

Se trata de una empresa norteamericana sin fines de lucro, de innovación educativa, con 100.000 estudiantes en sus más de 400 escuelas en red hasta el momento, sobre todo en Kenia y Uganda. Planea educar a los 10 millones de niños en una docena de países de África y Asia para el 2025, específicamente a familias de bajos ingresos.

El modelo de puente es entendido como “escuela en una caja”, un concepto impulsado por la tecnología altamente estructurada que se basa en la lectura de los maestros de lecciones estandarizadas de las tablet-pc de mano. Puente contrata a expertos en educación para la escritura de las lecciones, pero el papel del maestro es sólo entregar ese contenido a la clase. Esto permite mantener bajos los costos, ya que puede contratar a los docentes que no tienen títulos universitarios. Un maestro sólo está obligado a cumplir un programa de entrenamiento de cinco semanas sobre cómo leer y entregar “el guión”.

Dado por caso, Liberia externaliza todo el sistema de educación a una empresa privada estadounidense. Es posible que sea el más grande y más ambicioso intento de privatización en la historia reciente de África. Liberia es la esperanza de reparar su sistema de educación a través de una asociación público-privada con una privada. En enero, el ministro de Educación de Liberia, George Werner, anunció que todo el sistema de educación preprimaria y primaria se subcontrata a Puente Internacional de Academias. Noticia que no levantó mucho vuelo hasta que un funcionario de la ONU salió con fuerza en oposición a ella (está más que claro que los organismos o instituciones de educación pública están en contra de éste o cualquier tipo de educación moderna tipo “exprés”).

En virtud del acuerdo público-privado, la empresa puso a prueba el programa en 50 escuelas públicas durante el 2016, así como los materiales del plan de estudios de diseño; mientras que la segunda fase podría tener la implementación masiva de la implantación de la compañía durante cinco años.

La privatización masiva del sistema educativo en Liberia es un anatema y simplemente una equivocación según algunas críticas. La externalización de este beneficio comercial de una empresa privada es una grave violación del derecho a la educación y las obligaciones internacionales de un país, según el especialista de la ONU describió.

En cualquier caso, Liberia podría ser el mejor país de África que “prueba” este modelo. Está claro que su sistema educativo sigue siendo un caos después de una guerra civil de 14 años prolongada y brutalmente destructiva. Y que también resultó en el vuelo o la muerte de una gran parte de la mano de obra cualificada; e infraestructura física que fue destruida. El brote de Ébola de 2014-2015 acabó de establecer todo de nuevo otra vez, y Liberia está muy por detrás de la mayoría de otros países de la región de África en casi todas las estadísticas de la educación.

Así bien, volviendo a los niños argentinos, y recordando que la educación pública argentina está en una situación que no califica para compararse con la situación terrible que lleva pegada Liberia, sí podemos referirnos a lo siguiente: guste o no, la tendencia constante de un deterioro progresivo y mayor en nuestra educación pública atraerá definitivamente el “auxilio” o la “invasión”, o como quieran llamarle, de sistemas educativos privados (no estatales). Si el Estado no está presente vendrán las ONG y demás sustitutos.

El puente que les hacía falta a los niños de Misiones para asistir a la escuela sin riesgos para “su salud” (en términos amables) es el mismo que necesitan todos los niños y jóvenes para acceder a esto y aquello que les dará herramientas para su formación y buenas experiencias presentes y futuras. La simbología y el significado de un puente comienza con la unión de un punto a otro y culmina en nadie sabe dónde, en desarrollo de mundos indescriptibles, redes, conocimiento, conexión, libertad de movimiento, encuentros, amor, lo que sea.

Sería interesante valorar y premiar el esfuerzo y la valentía de estos niños misioneros por acudir a su escuela pública. Ellos, al parecer, intuyen muy bien lo que significa la contención, la comunión, la guía y la educación de su querida escuela.

Desde mi punto de vista se debería dejar de sólo dirimir ideas y en cambio actuar. Y dar a los niños y jóvenes las escuelas que necesiten en un formato sostenible a largo plazo, “a como sea”.

Cuando nos preguntamos qué es público y qué es privado nos empantanamos a partir de la tercer movida de tablero. Hay mucho que pensar y repensar sobre mucho, está claro, pero no podemos demorar a nuestros niños en la quietud y oscuridad. Hay que tenderles puentes. Sin parar. Una y otra vez.

*Licenciado en Letras, escritor y profesor

Liberia externaliza todo el sistema de educación a una empresa privada de EE.UU. Es posible que sea el más grande y más ambicioso intento de privatización en la historia reciente.

Cuando nos preguntamos qué es público y qué es privado nos empantanamos a partir de la tercer movida de tablero. Hay mucho que pensar y repensar sobre mucho.