Un triunfo que consolida el proyecto a largo plazo de Macri

Análisis

La primera manifestación real del contundente triunfo de Mauricio Macri podríamos tenerla mañana. La Comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados votará un dictamen en favor del desafuero de Julio De Vido. La Cámara convalidará esa decisión un día después, en la sesión del miércoles. Acto seguido, la policía detendrá al exministro en cumplimiento de la orden de dos de los jueces federales que lo investigan por corrupción. Así de pendular es la Justicia Federal en la Argentina. Y así de obvia.

Se podrá decir con razón que el trámite que aguarda De Vido está entre lo previsto y que los caminos vienen cerrándosele desde hace un tiempo al exministro. Pero sin duda la próxima detención de De Vido pertenece a la etapa que se abre hoy. En las últimas horas trascendió que el arquitecto y ornitólogo De Vido podría simplificar el trámite y presentar su renuncia evitando a sus compañeros de bloque el mal trago de votar en su contra. O peor aún, de tener que hacerlo a su favor. Nos privaría de un anticipo sobre los nuevos realineamientos en el Congreso después de diciembre.

La victoria de Cambiemos pone fin a la transición entre dos ciclos políticos y asegura el proyecto a largo plazo de Mauricio Macri. Nace una nueva hegemonía política: en los próximos dos años hablaremos acerca de su reelección. La secuencia no es caprichosa: las transiciones en la política argentina son de largo aliento y desde la reforma de la Constitución de 1994 se expresan con más demora en el Congreso.

Allí es donde ha llegado ahora el cambio. El oficialismo se consolida como primera minoría en Diputados, sin llegar al quórum propio, pero no muy lejos de él. Cambiemos seguirá necesitando de los acuerdos con la oposición, pero verá fortalecido su poder de negociación. La principal fuerza de oposición en Diputados surgirá de lo que suceda en el peronismo. El espacio no kirchnerista en Diputados negocia desde hace semanas la conformación de un interbloque que incluirá al Frente Renovador de Sergio Massa. La derrota de CFK en la provincia de Buenos Aires acelerará una fractura del bloque kirchnerista y un salto masivo al nuevo interbloque. Esta expresión peronista será sin duda el interlocutor privilegiado del gobierno. A su vez, la composición del Senado cambiará no sólo por el fortalecimiento del bloque del oficialismo. La llegada de Cristina Kirchner a la Cámara anticipa la ruptura del bloque de PJ. Será el fin para una larga hegemonía peronista en el Senado.

El Congreso será un reflejo de lo que ocurra en otro escenario, el del diálogo entre la Nación y las provincias. El presidente reunirá este viernes en Olivos a los gobernadores para consensuar el borrador del paquete de reformas que se tratará antes de fin de año. Ese encuentro será también una manifestación de la nueva etapa.

Se verá a partir de ahora si hay una verdadera vocación reformista en Mauricio Macri. Y qué destreza o habilidad presenta en esta etapa. El año electoral demoró la agenda de reformas estructurales que demanda la Argentina, que trasciende largamente la dimensión económica. La tragedia de Santiago Maldonado, como la saga del caso Nisman, ha puesto una vez más a descubierto la debilidad de las instituciones en la Argentina.

El caso Maldonado desnudó además un déficit de liderazgo en el gobierno respecto de cuestiones de alta sensibilidad. ¿Quién asumirá esa voz? Las intervenciones de Elisa Carrió alcanzaron un extremo de indolencia. ¿Expresan inestabilidad emocional o un grado de ensoberbecimiento de la diputada? Estamos ante una versión desconocida de Carrió. Cuando la Alianza llegó al gobierno en 1999, ella era –como hoy–una pieza suelta y autónoma del elenco oficial. Pero a diferencia de entonces, ha concentrado una extraordinaria cuota de poder, un premio merecido a su cruzada ética, y no es ajena a decisiones importantes del presidente.

Un Macri con más poder también es una incógnita en un país con los antecedentes de la Argentina. El presidente ha dado señales de que encarna una nueva época y le interesa avanzar hacia una regeneración del sistema. Es el momento de llevarlo a los hechos. La responsabilidad no es exclusivamente suya. Construir un verdadero sistema de controles y contrapesos en la Argentina demandará el compromiso de todos los poderes. La Justicia debería asumir un rol determinante si es esa la pretensión.

Hacia el interior de Cambiemos, como se insinuó en las PASO, el resultado pone fin a la discusión sobre la ampliación de la base política de la alianza y descarta la idea de una coalición de gobierno. Confirma la hegemonía del Pro y a la UCR como su socio menor. María Eugenia Vidal se consolida como la dirigente de mayor proyección en el oficialismo. El triunfo de Cambiemos en Buenos Aires también es de ella.

Como insinuaron las PASO, el peronismo no ha conseguido consolidar un liderazgo en torno del cual pueda articular un proceso de renovación. Allí ha estallado una granada. La derrota en Salta impidió al gobernador Juan Manuel Urtubey asumir un rol para el que ha venido preparándose desde antes de la llegada de Macri al poder. Tampoco Santa Fe puede ofrecer al peronismo esa figura. Y difícilmente pueda ser encarnada por algunos de los gobernadores que conservaron su territorio, como Carlos Verna en La Pampa o Sergio Uñac en San Juan. Como anticipó Miguel Pichetto, un peronismo sin jefe deberá prepararse para una larga estadía en el llano.

La derrota abre un territorio desconocido para Cristina Kirchner. Su primer tropiezo electoral clausura el ciclo político iniciado por Néstor Kirchner en el 2003. Igualada en la derrota, ha sido sin embargo la peronista más votada y probablemente aspire a disputar el liderazgo. Será difícil que consiga ampliar su base. Pero para la doctora Kirchner se avecinan otras preocupaciones, bastante más serias. En adelante lo que estará en juego es su libertad.

El presidente ha dado señales de que encarna una nueva época y le interesa avanzar hacia una regeneración del sistema. Es el momento de llevarlo a los hechos.