Una incómoda e inédita exposición

Poder Judicial

Como pocas veces, el 2016 puso al Poder Judicial de Río Negro frente al espejo.

La reforma del Código Procesal Penal impuso el desafío de mover un músculo poco ejercitado en la estructura de la Justicia provincial.

El debate de igual a igual y la predisposición a escuchar ideas ajenas y contrarias a las propias no fueron características destacadas en la conducción judicial durante los últimos años.

Y si bien la aparición de ese rasgo no puede atribuirse a la composición actual del STJ, este año las consecuencias quedaron a la vista de muchos más rionegrinos.

La Justicia debía llegar a fines del 2016 con la pista despejada para que el 1 de marzo el sistema acusatorio levante vuelo.

El camino sigue con obstáculos. No se depuraron expedientes, no están todos los edificios en condiciones y, entre otras carencias, tampoco están los acuerdos mínimos para sancionar las nuevas leyes orgánicas del Poder Judicial y del Ministerio Público.

Mientras el STJ y la Procuración cruzan dardos, toda la cúpula judicial debe asimilar un doble impacto: ante la sociedad, por haber reprobado ese examen final que debían dar este diciembre; y ante el poder político, que ahora les hará rendir cuentas mes a mes sobre avances y demoras.

La pregunta que cabe es si todo quedará allí a la hora de asumir las responsabilidades o, por el contrario, el Poder Judicial mostrará el mismo celo que tuvo este año en Roca para destituir a un juez por retardos en su función. ¿Se animará alguien a buscar nombres y apellidos por el incumplimiento de obligaciones para poner en marcha una reforma con plazos establecidos por ley?

Horizontal y vertical

Por otra parte, el 2016 deja a la vista que el ejercicio del debate y la tolerancia no sólo tiene dificultades entre el STJ y la Procuración sino también hacia los empleados.

“¿Por qué no se bajan del pedestal?”, reclamó el titular de Sitrajur a Liliana Piccinini en plena vía pública de Bariloche, en junio.

“Mirá en qué pedestal estoy que estoy hablando acá con vos”, respondió la presidenta del STJ.

Esa aceptación a regañadientes de los empleados como protagonistas de las decisiones que les incumben también se refleja en las paritarias.

Pero en medio de pedestales, egos y disputas de poder, este año el STJ exhibió una señal de cambio con su proyecto de Planificación Estratégica Consensuada del Poder Judicial.

El objetivo es que cada una de las reparticiones pueda incorporarse para debatir, repensarse y finalmente optimizar sus procesos.

Hace dos meses hubo un primer encuentro de magistrados, funcionarios y empleados en Viedma y el resultado –cuentan sus participantes– fue una catarsis colectiva.

Ojalá que esas expresiones no generen retracción y que la revisión interna se extienda con amplitud y pluralidad.

De lo contrario, hay riesgos de que las voces se transformen en un coro, repitiendo sólo lo que sólo cinco jueces quieren escuchar.