Acorralados vuelve con “Afuera debe haber sol”

Volver a algo así profundo de creación y demás, me costó todo el primer tiempo, me sentía como atada. El trabajo del actor es como el de un pianista, dejás de practicar y te oxidás” confesó Olga Corral poco antes del estreno de “Afuera debe haber sol”.

Pero Laura Raiteri, su ex alumna pudo sacar a relucir la potencia que siempre hubo en Olga, quien estuvo sin pisar un escenario aproximadamente cinco años. Ahora Corral es la protagonista de su propia obra. Una conexión fantástica, casi cíclica, podría decirse. Una construcción colectiva, de año y medio.

Laura asegura, muy emocionada, que fue “conocerse nuevamente. Para mí es un proceso de crecimiento total, yo disfruté cada día venir a ensayar, para mí es un regalo”. Además es la primer vez que Raiteri dirige una obra que no sea de sus alumnos. En este caso dirigió a quien le dio muchas herramientas en el mundo del teatro.

En el equipo de trabajo están Osvaldo López en iluminación y el sonido y Marta Bruegno en la asistencia de dirección. Todos integran el grupo independiente Acorralados.

La obra habla sobre una mujer que no duerme, que espera algo que nunca va a llegar. Se muestra sola, se siente sola, muestra a la soledad desde las pérdidas, pero nunca deja de sentir amor. Para saber del resto hay que ir a verla.

“El texto que escribí fue mutando a medida que íbamos ensayando, hasta que ese texto se convirtió en lo que hay hoy. Está plasmada la dramaturgia que hay en mí, la dramaturgia que hay en la actriz y también lo que le fue produciendo a Laura. Pero la esencia de lo que escribí se mantiene intacta” contó Olga en una charla con “Río Negro”.

La dramaturga se inspiró en la soledad y el vacío que sintió cuando el grupo independiente Acorralados dejó de existir.

“Todos los fines de semana viajábamos a algún lugar juntos, haciendo funciones de la ‘Moribunda’, vivíamos juntos prácticamente y un día vimos que esa etapa había concluido”.

Hoy el elenco independiente volvió a resurgir, después de casi nueve años, con menos integrantes, pero a bordo del tren que los dirige hacia la alegría de hacer lo que más les gusta: teatro.

andres maripe