Alfredo Prior: el arte por sobre todas las cosas

Hace poco le preguntaron a Fito Páez cómo era el mítico y no menos caótico departamento de la calle Coronel Díaz de Charly García. “Era el departamento de un artista”, resumió el rosarino. Así, como ese departamento, es el mundo de un artista. Un lugar inhabitable para otros que no lo sean. Así es la cabeza de Alfredo Prior un artista.

Su breve figura enfundada en un napoleónico sobretodo negro asoma por el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén en la fría noche del jueves, un día antes de la inauguración de una magnífica exposición de su obra titulada “Antología”, que incluye sus trabajos desde los ‘80 a la actualidad.

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Sentados al rededor de una pequeña mesa, en medio del gran salón del museo y rodeados de sus obras, la charla con Prior (Buenos Aires, 1952) es por momentos caótica y por eso interesante. Pero se torna caótica para quienes lo escuchamos e intentamos un orden en el discurso, pero no lo es para él. Su cabeza, como su mundo, también es la de un artista.

Hilarante, divertido, irónico, Prior le dará el gusto a su interlocutor, dará respuesta a las preguntas, pero lo atravesará todo con reflexiones ocurrentes que rematará con risas y miradas cómplices.

P- ¿Cómo se armó esta antología?

R- La curaduría estuvo a cargo de Laura Buccellato, que conoce muy bien mi obra y es amiga mía desde fines de los 70. Me consultó, la selección la hicimos entre ambos. Elegimos también en función de lo que podíamos conseguir porque muchas de mis obras ya no me pertenecen, son privadas.

Una antología implica arbitrariedad porque tenés que hacer un recorte bastante profunda de tu obra desde lo conceptual, lo temporal…

P- ¿Tiene un hilo conductor la antología?

R- Tratamos de que no esté colgada por orden cronológico, sino por un criterio estilístico. Abstracción, figuración, distintos soportes, distintas épocas que no son lineales, no responden al orden del tiempo. Uno va y viene permanentemente.

P- Qué consideraron para Neuquén en particular, teniendo en cuenta que el gran público local no tiene un acceso frecuente a sus obras?

R- Yo quería que hubiera obras de importancia. Me reencontré con obras que no veía hace 30 años, de cuando las hice prácticamente!

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P- ¿De todas las artes que usted habita, por qué resolvió seguir el camino de la pintura?

R- Mi base de operaciones siempre fue la pintura. La constante siempre fueron las artes visuales.

“No soy fundamentalista de nada. Yo soy el más abstracto de los pintores figurativos y el más figurativo de los abstractos”, dice Prior en un momento, tentado de risa. Es una fórmula que suele utilizar para escaparle a los rótulos: “Cuando ya me quieren encasillar, sale esta fórmula. Pretenden que sea el arquetipo de uno mismo. No me asusta la incoherencia en mi arte, sólo me interesa en las cuestiones éticas, no morales (aclara y suelta una carcajada)”.

P- Suelen ubicarlo como referente decisivo de la escena de los ‘80…

R- (interrumpe) y me rompe las bolas, la verdad (risas) Como a Yuyo Noé con la Neofiguración. Cada vez que hablan de él ale el tema de la neofiguración. Y ya pasaron cuarenta años de la Neofiguración. Como si no hubiera hecho otra cosa. O siempre hubiera hecho lo mismo, no? ‘Yo no soy la viuda de la neofiguración’, decía Yuyo. Con esto de los 80 yo digo que no soy la viuda de los ‘80 (se ríe con ganas una vez más)

P- Use la fórmula! “soy el más noventoso de los 80…”

R- Sí, sí, sí ( risas). Lo que tenía más influencia en nosotros era el neoexpresionismo alemán, la bad painting americana, cosas del conceptualismo de los 70 que trabajamos y redefinimos acá en los 80. Mi pintura quedó como de lo más significativo de los 80.

P- Quizás su nombre quedó como lo más representativo de los 80.

R- Sí, puede ser. Pero también Guillermo Kuitca, aunque él logró una inserción internacional importante después.

P- Conocemos mucho de la escena de los 80 cuanto a la música, pero cómo era del arte plástico, la pintura?

R- Era de mucha efervescencia. Una gran mezcla de cosas. estábamos todos en la misma. Todos estaban empezando. En el café Einstein tocaba Sumo cuando no los conocía nadie. O los Redonditos. Y los artistas plásticos íbamos a ver todo eso. Nunca imaginamos que con esas letras surrealistas iban a terminar llenado estadios (risas).

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Entre las artes que curte Prior está la música. Él, junto a Alan Curtis y los escritores Sergio Bizzio y Francisco Garamona conforman Super Siempre, una banda desopilante e imprevisible. “Arrancamos como cuartetos de no músicos, salvo Curtis que sí es, pero una vez en el Malba terminamos como 60 arriba del escenario. El único registro discográfico se llama “Juicio al perro”.

P- La música está muy presente en su obra. Podríamos decir que esta antología es también un “grandes éxitos”

R- Sí claro! (se entusiasma) un “grandes éxitos”, con bonus track, como aquellos dibujos (señalando pequeñas ilustraciones colgadas). A mí la música es lo que más me gusta, al mismo nivel que la plástica.

Entonces aparece la música: “El Disco Blanco de Los Beatles fue muy importante para mi. Es una obra muy compleja y muy rica por como está construida. Pasás de una canción como “Revolution 9” a otra como “Good Night” mucho más convencional. También Frank Zappa, es mi músico preferido. La música me sirve para trabajar y no digo que ponga música cuando pinto. Me sirve como generador de ideas, imágenes. Yo soy beatledependiente y zappadependiente.

P- ¿Cuál es la relación del pintor con su obra?

R- Ningún sentimentalismo! (interrumpe entre risas) Yo necesito vivir y vivo de esto desde hace 35 años. No doy clases ni nada, sólo pinto.

Otra vez la música: “Después de que Los Beatles sacaron ‘Sargent Peppers…’, Zappa sacó un disco con una tapa similar, pero irónica, con el título: ‘Estamos en esto por el dinero’”. Y explota de risa.

matías subat

“Antología” consta de más de 20 obras de Alfredo Prior y podrá ser visitada hasta el 9 de agosto en el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén.

Una dilatada trayectoria artística

El título de un cuadro es un color más, una incitación para ver algo que no está explícito o teñir de misterio algo que es evidente en la imagen. Lo literario se manifiesta en mis obras en los títulos”,

dice Alfredo Prior, amigo de César Aira y personaje de uno de sus relatos.