“Bien al sur”: cómo vino la mano con el blues de acá

El libro de Sassone y Grätzer cuenta la historia del género en Argentina. En febrero lo presentan en Memphis.

El periodista Martín Sassone asegura que “el blues hoy en la Argentina tiene vida propia, late” y considera que “el nivel de los músicos es mucho mejor que hace veinte años”, al repasar la vida de ese género musical en nuestro país y antes de viajar a presentar su libro “Bien al sur. Historia del blues en la Argentina” en la Universidad de Mississippi, en la ciudad de Oxford, en cuya librería se puede encontrar la mayor colección de libros de blues del mundo.

P- ¿Podemos decir que hay un “blues argentino”?

R- Hay un blues argentino y un blues en la Argentina. El primero es el que surgió en los 60 de la mano de los jóvenes roqueros que incorporaron el blues de los músicos ingleses. Ellos, en aquel momento, no tenían acceso a los discos de los bluesmen originarios sino que escuchaban a Eric Clatpon, Jeff Beck, John Mayall y Fleetwood Mac. El ejemplo más explícito es que Los Gatos Salvajes grabaron en 1965 “Little Red Rooster”, inspirada en la versión de los Rolling Stones y no en la original que Willie Dixon compuso para Howlin’ Wolf porque no la habían escuchado.

El blues argentino es el de Pappo, Manal, Memphis, que surgió en un contexto determinado y al que los músicos le imprimieron su propia impronta. Mientras que el blues en la Argentina es aquel que los músicos tocan respetando el sonido y los parámetros originales y que comenzó a escucharse con mucha fuerza a partir de los 90 -por los shows internacionales, los discos y un mayor acceso a la información- y en ese campo se destacan, entre otros, Daniel Raffo, Damián Duflós, el dúo Dallas-Ponce y, por supuesto, Gabriel Grätzer.

P- ¿Cómo ves la vida del blues hoy en la Argentina?

R- El blues hoy en la Argentina tiene vida propia, late. Si bien los shows internacionales ya no son tan masivos como en los 90, cientos de músicos y amantes del género asisten semanalmente a las decenas de jams que hay en la ciudad de Buenos Aires, el Conurbano y algunas ciudades del interior como Córdoba, Rosario o Neuquén. El nivel de los músicos es mucho mejor que hace 20 años por dos razones: uno es que el acceso a la información está a un clic de distancia y eso permite a los músicos indagar en la historia del género con mucha más facilidad que antes y lo otro es que la Escuela de Blues se consolidó como una institución modelo de nuestro blues. Además, la escena musical se extendió a todo el país y tenemos grandes músicos argentinos triunfando en el mundo como José Luis Pardo, Gonzalo Bergara, Gabriel Delta y Tota Blues, entre otros.

P- En el libro dicen que el blues llegó a la Argentina a fines del siglo XIX pero ubican dos décadas (60 y 90) como dos momentos importantes para ese género en la Argentina. ¿Por qué?

R- El blues llegó a la Argentina principalmente como una subforma del jazz. Fueron las bandas de jazz las que tocaban algún que otro blues en su repertorio, pero no era asociado como un género en sí. Fue recién en los 60, con el nacimiento del rock nacional, que el blues comenzó a ser una expresión musical independiente en nuestro país. En los 90, se produjo un boom del blues por varios factores: la noticia de la trágica muerte de Stevie Ray Vaughan tuvo mucha repercusión; tras varios años con los cueros y Riff, Pappo volvió al blues con el disco Blues Local y se ganó la amistad de B.B. King que lo llevó a tocar al Madison Square Garden de Nueva York; hubo una oleada de visitas internacionales de primer nivel como el propio B.B., Albert King, Albert Collins y Buddy Guy, entre otros; la comercialización de los discos compactos aportó un catálogo renovado y extenso sobre blues que hasta ese momento era inédito aquí; y se consolidaron bandas importantes como Memphis, La Mississippi, Durazno de Gala y Las Blacanblus.

P- ¿Qué descubriste sobre ese género musical en nuestro país al finalizar el libro?

R- Una de las cosas que descubrí y que me sorprendió fue que Osvaldo Ferrer, músico de la Antigua Jazz Band, había grabado en 1971 el Black snake blues, de Blind Lemon Jefferson, la primera grabación de un blues rural en el país. Y eso había pasado completamente desapercibido para los músicos de incipiente rock nacional. Era como que por aquel entonces, más allá de tener gustos similares, los músicos de jazz y de rock corrían por sendas paralelas.

“El blues llegó a la Argentina principalmente como una subforma del jazz, pero recién en los 60 fue una expresión musical independiente”,

afirma Martín Sassone.

Datos

“El blues llegó a la Argentina principalmente como una subforma del jazz, pero recién en los 60 fue una expresión musical independiente”,

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