Ciro en el Ruca Che: el brillo de un ritual persa y piojoso

¿Son todos de acá?, preguntó Ciro y la respuesta que recibió de parte de un Ruca Che encendido fue que no, que no todos lo eran. Banderas lejanísimas de Glew, Isidro Casanova, Caballito, Paso del Rey, La Boca, Rosario y Villa Atuel, Mendoza, se mezclaban con las de más acá, de Neuquén, Plottier, Cinco Saltos, Cipolletti, Roca

Puede que para la historia oficial del rock argentino la “misa” sea ricotera y la feligresía lo celebre allí donde sea convocada. Pero existen otros rituales paganos y el de Los Piojos es uno de ellos, acaso el más potente. Y lo que hubo el sábado pasado en el oeste neuquino fue eso, un ritual piojoso ahora invocado por sus nuevos predicadores, Los Persas. Y no por nada Ciro le puso “Ritual” al vivo de Los Piojos, quizás uno de los mejores directos grabados por el rock nacional.

Ciro regresó a Neuquén para presentar en sociedad su flamante disco “Naranja Persa”, editado hace un mes y que ya alcanzó el oro. Y lo tocó casi todo: de sus nueve temas, sólo se quedaron afuera del setlist “Little Red Rooster” y “Multifruta”, el track instrumental oculto.

La noche arrancó con “Similar”, el hit de turno que se quedó afuera de “Espejos” (2010), el debut de Los Persas, pero que fue indemnizado con el primer corte de “Naranja Persa”. Vestido como en el videoclip, Ciro irrumpió en el escenario apenas pasadas las diez de la noche, con elegancia y sombrero bombín a la “Naranja Mecánica” de Kubrick.

Redobló la apuesta con “Banda de garaje” y concedió la primera pieza piojosa con “Taxi Boy”. Para la feligresía el show empezó ahí. Regresó al mundo persa con “Barón Rojo” para luego clavar los frenos con un doble momento dedicado a su hija Katja. Si con “Canción de cuna”, de la era Piojos, Ciro celebraba la llegada de la niña, la reciente “Hoy te vas”, es su carta de despedida de la casa paterna y pone a Ciro en la edad de la madurez.

Tras recordarnos que Katja protagoniza “Soy Luna” por el canal de Disney y que ahora es más famosa que él, Ciro se sacudió el bajón de encima con “Verano del 92·, la versión piojosa del duhaldismo bonaerense de los 90’s. Le siguió “Luz”, toda una declaración de época donde Ciro asume que estos son tiempos de aguantar.

La intro que toda una generación ensayó en sus armónicas irrumpió en el aire caliente del Ruca Che y “Tan solo” se apoderó de la feligresía piojosa. “Caminando”, de los Persas, cerró la primera parte del show.

Tras un breve medley instrumental mientras Ciro cambiaba su vestuario, la cosa siguió con “Amor prohibido”, el furioso rock que abre “Naranja Persa”, y con “Ruleta”, la canción que le ganó por un voto a “Media caña”, en una elección a mano alzada que Ciro propuso a la multitud.

Ciro es una máquina de pelar hits. Lo fue con Los Piojos y lo sigue siendo con Los Persas. El show de algo más de dos horas y media podría haber durado mucho más: había hits para seguir hasta cualquier hora.

“Mírenla” y “Antes y después”, el hit que dio inicio a la era persa, fueron seguidas de “Como Alí”, “La rosa” y “Juira!”. Ciro amagó con hacer el último tema y comenzó su juego de contrapuntos con el público. Que sí es el último tema, que no lo es. La banda empezó a roquear hasta llegar a “Zapato de gamuza azul” y salir del paso con un 3×1 persa: “Servidor”, “Ciudad animal” y “Atún”.

El show retrocedió en el tiempo hasta “El mendigo de Dock Sud”, la versión piojosa de un clásico de Moris, para luego regresar con otro 3×1 persa con “5 bestias”, “Astros” e “Insisto”. Ciro volvió a juguetear con el fin de la noche y esta vez selló la despedida de la parte piojosa con un triplete arrollador: “El Farolito”, “El balneario de los doctores crotos” y “Muévelo”.

Lo último de la noche fue “Noche de hoy”, porque algo estaba claro: el final del show no tenía por qué ser el final de la noche. Una gran noche persa y piojosa.