Cómo contar historias en una tele apurada

Pablo Culell, director de producción de Underground y mano derecha de Sebastián Ortega, quien estrenó recientemente la miniserie “Un gallo para Esculapio”, afirmó que “la televisión abierta para contenidos de ficción es vetusta, se muere en cualquier momento porque no puede sostener los costos”.

La serie de nueve episodios es una coproducción con la señal de cable internacional TNT, la productora Boga Bogagna y Cablevisión y que contó con el apoyo del Incaa, fue dirigida y escrita por Bruno Stagnaro (“Pizza, birra, faso”, 1998, y “Okupas”, 2000).

La trama cuenta la historia de Nelson (Peter Lanzani), un humilde muchacho misionero que llega a Buenos Aires para traerle un gallo de riña a su hermano, aunque no lo encuentra y buscando conocer qué pasó con él da con Chelo Esculapio (Luis Brandoni), líder de una peligrosa banda de piratas del asfalto del oeste del conurbano bonaerense y operador de un antro clandestino de peleas de gallos.

Con un gran elenco y un nivel de producción pocas veces vista en la televisión argentina, Underground recurrió a la asociación con el capital de TNT (que ya coprodujo varias ficciones en el país como “La fragilidad de los cuerpos” con Pol-ka y anteriormente “Historia de un clan”, también con Ortega-Culell).

Justamente la actualidad y futuro de la ficción en la televisión abierta argentina y la necesidad de compartir los costos con socios extranjeros, fueron algunos de los temas sobre los que Culell conversó con Télam.

P- ¿Qué diferencia a esta serie de otras producciones de Underground?

R- La envergadura de la producción. Tiene más de 80 locaciones, más de 100 actores, más de 300 extras, cada uno de los capítulos es una película. Muchas escenas de ruta, de persecución. Vemos el nivel de producción y decimos “nunca hicimos algo tan groso, tan elaborado y de tanto esfuerzo desde lo económico, de producción”.

P- ¿Se puede hacer una historia de este nivel sin coproducción internacional?

R- No, no se puede. Hoy es imposible. Una serie de estas características sólo la podés hacer con la suma de todas estas partes, porque son muy caras. La televisión abierta hoy no puede generar una producción así sola porque no sería nunca rentable; la torta publicitaria está muy achicada hoy porque se diversificó en otras plataformas y porque los costos reales de la ficción en nuestro país subieron enormemente porque hoy el público pide cada vez más calidad. El público exige eso.

P- ¿Cuál debería ser el rol del Estado? Porque por ejemplo “Un gallo…” tiene también apoyo del Incaa.

R- Hablábamos con Sebastián (Ortega) que hemos hecho algunas ficciones con los subsidios estatales, pero nunca hemos logrado poder hacer esas ficciones sólo por el costo. Muchas veces se cuestionaron los subsidios porque decían “se daba el dinero y se lo quedaban”, nosotros justamente siempre pusimos plata encima porque nunca alcanzó ese dinero. Con “El Marginal” principalmente logramos no solamente abrir las puertas desde la Televisión Pública hacia Netflix y de ahí al mundo, sino que fue la primera serie hecha con fondos estatales, al menos con los datos que nosotros tenemos, que fue rentable, o sea que ingresó dinero nuevamente al Estado. Y terminó siendo una embajadora cultural. Es importante que el Estado pueda invertir e influir, como se hace en otras partes del mundo, para fomentar la ficción, para dar trabajo al talento argentino.

P- Y para generar cultura también.

R- Exactamente, porque la diversidad temática es muy importante; si hoy solamente te quedás con lo que la televisión abierta podría hacer tendrías que ir a temáticas, actores y estilos muy comerciales que son muy populares y con los que se achica el riesgo. Hay un montón de voces y de historias en ese contexto que nunca podrían ser retratados y ahí es donde entra el Estado. Ya no importa cuál es la pantalla, porque ingresan después las compañías internacionales que se asocian o compran los productos y como pasó con “El Marginal” lo compra Netflix y lo transforma en un éxito mundial.

P- ¿Por qué decís que ya no importa la pantalla?

R- Ya no importa tanto la pantalla, importa el contenido y cómo sumás una plataforma digital, cómo sumás un canal abierto, cómo sumás una empresa premium de cable y entre todos podés lograr un producto como “Un gallo…”, sino es imposible.

P- “El Marginal” es un caso probado de éxito, pero ¿qué pasó con “Fanny, la fan”? ¿Dolió su levantamiento prematuro?

R- Para el objetivo que se hizo “Fanny, la fan”, obviamente. El programa se hizo para ser un éxito en el prime time de la televisión abierta y tenés la obligación de ganar o de mínimamente de hacer una buena performance.

El canal no le pudo dar el tiempo que el programa merecía para que el público pudiera entrarle al código particular que tenía. No le fue como uno esperaba, pero una pregunta más profunda es ¿qué es el éxito para cada uno? Nosotros lo consideramos desde las tres patas: lo artístico, lo presupuestario y lo comercial, pero lo que más nos importa es lo artístico, no nos gusta el facilismo.

Sebastián dice siempre lo mismo: “Yo prefiero arriesgarme, porque si te arriesgás y sale bien el mérito es doble y si no sale bien por lo menos hiciste lo que sentías que tenías que hacer”. Con respecto a Telefe, sabemos que son las reglas del juego y las aceptamos.

P- La sensación es que esta vez la paciencia fue muy poca.

R- Sí, nada. Pero así fue, el programa se siguió grabando, el canal cumplió con los contratos, con los actores y es un canal que además va a seguir produciendo ficción. Tal vez menos. Y ahora que Cablevisión Flow va a tener todos los capítulos al igual que la plataforma Mitelefe, uno nunca sabe qué éxito puede tener. Hoy no hay que casarse con una sola plataforma. La televisión abierta para contenidos de ficción es vetusta, se muere en cualquier momento porque no puede sostener los costos. Necesita de asociaciones con las distintas productoras y entender que a veces, como en el caso de “Un gallo…”, primero sale por una señal de cable que es TNT y después va por Telefe.

P- ¿La tele abierta va camino a no tener más ficción?

R- Va a seguir existiendo con contenidos en vivo, aquí y ahora, y algunas ficciones muy populares y de menor costo, pero estas grandes producciones cada vez se van a poder ver menos.

P- Algo similar ocurrió con la televisión norteamericana, donde la gran mayoría de las producciones más prestigiosas se emiten por cable o por alguna plataforma premium.

R- Es así, es irreversible. Puede haber fenómenos, como el año pasado que hicimos un éxito impresionante con “Educando a Nina”. Hoy “Las Estrellas” de Pol-ka. Hay programas que por las figuras, por el estilo, por el momento les va bárbaro, pero creo que ese tipo de temáticas más simples, de llegada al corazón de la gente, más populares les va a ir mucho mejor en abierta que aquellas que busquen algún tipo de riesgo en la propuesta que tendrán que ir a algún otro tipo de plataforma.

P- ¿Pensarían en hacer nuevamente un programa como “Fanny” para la tele abierta?

R- Hoy no sé, no creo, porque sentimos que ni el público ni los canales abiertos pueden esperarte con las necesidades que uno tiene de que ese programa sea elaborado y digerido. Me parece que este tipo de programa hay que hacerlo para otro tipo de plataformas o de canales o asociarte con otro.

Gentileza

Ficha técnica

Título: “Un gallo para Esculapio”.

Género: Drama.

Creador: Sebastián Ortega

Reparto: Luis Brandoni, Peter Lanzani, Luis Luque, Julieta Ortega, Ariel Staltari, Eleonora Wexler, Andrea Rincón, Ricardo Merkin, Diego Echegoyen, Diego Mesaglio.

Episodios: 9.

Producción: Underground Producciones, Boga Bogagna, Incaa.

Productores ejecutivos: Leandro Culell y Pablo Flores

Dirección: Bruno Stagnaro

Guión: Bruno Stagnaro, Ariel Staltari, Gabriel Stagnaro, Alicia Garcías.

Emisión: Martes a las 22 por TNT y miércoles a las 23:15 por Telefe.

La temporada completa está disponible en Cablevisión Flow.

Rating