La Delio Valdez, este domingo en Neuquén

La delio Valdez

Esta orquesta de cumbia caribeña vuelve a Pirkas el domingo después de la medianoche, continuando la gira “Calentando la máquina”, nombre de su tercer disco grabado en Estudio El Pie, que acaba de salir y ya está subido en Internet.

La Delio Valdez (LDV) se formó en Buenos Aires en 2009, con trece músicos de variado recorrido musical y un profundo respeto por las raíces del género en Argentina, que abarcan más de medio siglo de historia.

LDV hace cumbia a su manera, actualizando la formación de las grandes orquestas colombianas y retomando la labor de los grandes conjuntos más recientes del país, México, Perú y Colombia. Recién llegado de tocar en Uruguay, Pablo Broide, saxo tenor, charló con “Río Negro”, sobre esta experiencia musical.

P- ¿Cómo fueron nutriéndose de estas cuestiones originales del género, el uso de los instrumentos, el modo de ejecutarlos? Porque hasta donde yo sé, en los libros no aparece.

R- No, claro, no. En Colombia hay muy poco escrito y en general sobre el folclore es difícil encontrar método. Por ejemplo, en Argentina tenemos la suerte de que existe la Escuela de Música Popular de Avellaneda, que fue la primera en empezar a sistematizarlo para su enseñanza.

Los primeros profes de la EMPA cuentan que cuando ellos arrancaron, no había nada escrito y tuvieron que crearlo, salvo en la Escuela Nacional de Danza, pero para el baile. Con el tango ocurrió lo mismo. En Estados Unidos lo hicieron mucho antes, allá por la década del sesenta con el jazz. Es raro que aparezca una formalización del folclore.

Lo que aprendimos de la cumbia fue con músicos colombianos que viven acá, colegas con los que hemos tomado clases. Sistematizar la música popular sirve hasta un punto porque es algo vivo, no se genera en la academia. En lo popular hay que ir viendo el proceso y formalizando cuestiones que tienen ya cierta historia, cierto nivel, pero hay otras que no se pueden tratar ni explicar de esa forma.

P- De hecho, la producción de ustedes se fue transformando con los años.

R- Totalmente. Aprendimos mucho de ritmo y de diversas formas de tocarlo, y encontramos qué funcionaba para nuestra oreja, para nuestro cuerpo. Entonces, actualmente la banda tiene un sonido propio, no sonamos, creo, a ninguna cosa puntual. Los colombianos que nos escuchan dicen que está buenísimo, pero que no suena a colombiano.

Por empezar, en Colombia no hay grupos así, es un género que no está casi de moda y las orquestas que escuchamos son de los cuarenta, con una sonoridad acústica de aquellos años, que nosotros no tenemos.

P- Por caso, el primer tema de “La rueda del cumbión”, “Tamborero de Michoacán”, es centro mejicano.

R- Sí, con variantes, es una composición nuestra. Tenemos mucha influencia de la cumbia de allá, que está muy desarrollada… Acompañar el proceso vivo es lo único que se puede hacer. Lo otro, lleva al fracaso inevitablemente. Pretender tocar como un colombiano de la costa caribeña no tiene sentido para nosotros. Aparte nada tenemos que ver culturalmente. Sí podemos navegar todo el recorrido que tiene un género que vive entre nosotros desde los sesenta y el que tiene en todo el subcontinente.

P- En ocho años de actividad, ¿cómo se consideraba al principio su música, y cómo funciona ahora?

R- En los comienzos era un público que todavía nos sigue y siempre aparece, más universitario, del palo artístico. Gente que viene del rocanrol, pero hoy no lo escucha. Después se fue expandiendo y nos escuchan los que van a la bailanta, que siguen bandas de rock.

Hay de todo, chabones de Lanús que van a oír a Resistencia Suburbana y se engancharon con nuestra propuesta. Hay flacos que van al Tropitango de Pacheco los fines de semana, y cuando tocamos, vienen a vernos. Pibes de nuestra edad que tocan en el circuito bailantero, nos tiran la mejor onda… Personas mayores por arriba de los cincuenta, sesenta, que se acercan a los cumbiones, aunque tocamos tarde. Nuestra música es para todo el mundo.

P- ¿Y en la Patagonia?

R- Súper bien. Tocamos unas cuantas veces. En el último verano estuvimos en Esquel y en Lago Puelo. En Neuquén tocamos el año anterior y fue una sorpresa absoluta porque vinieron casi mil personas, Pirkas se llenó. Entonces, la recepción es muy buena y esperamos que esta vez se repita.

Ficha técnica

del cumbión

La Delio Valdez, este domingo en Neuquén

Datos

Lugar: Pirkas, Santiago del Estero 883, Neuquén.
Día y hora: domingo a las 23:59.
Entradas: en todos los locales Croma y en Pirkas. Anticipadas, hasta hoy $ 200. Desde mañana y el domingo en puerta $ 250.
Los músicos: Manuel Cibrián, guitarra y voz; León Podolsky, bajo; Tomás Arístide, güiro y maracas; Marcos Díaz, bongó y tambor alegre; Pedro Rodríguez, timbal y voz; Agustín Fuentes, congas; Santiago Moldovan, clarinete; Agustina Massara, saxo alto; Pablo Broide, saxo tenor; Santiago Aragón y Pablo Reyna, trompetas; Milton Rodríguez y Damián Chavarría, trombones; e Ivonne Guzmán y Black Rodríguez Méndez, en voz.

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