El disparador: Sueño inquietante

Columna semanal

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Gastón cierra la puerta de su departamento en Belgrano, deja las llaves sobre la mesa, acomoda el saco en una silla y pone a cargar el celular, que estaba sin batería. Cuando lo vuelve a encender, le entran medio centenar de mensajes. Otea alguno, pero enseguida renuncia a leerlos todos.
Se siente agotado: salió a trabajar a las seis de la mañana y, ahora, después de casi dos horas en el tráfico, llegó a su casa. Le resta revisar unas planillas antes de irse a dormir. Son las diez de la noche y no cenó. Calcula que, con suerte, dormirá cuatro horas. Más o menos el promedio de los últimos dos meses. Esto es tremendo, dice, no es calidad de vida.
Se hace un sándwich, abre una cerveza y se echa en el sofá. Come mientras revisa algunos mensajes. A las 5 de la mañana suena el despertador. Está desorientado. La mitad del sándwich está en el suelo, junto a la cerveza. Mira hacia la ventana y afuera está oscuro. Se ducha y sale hacia la oficina.
Mientras camina, lo acompaña la sensación de haber tenido varios sueños. Solo se acuerda de uno, que lo inquieta. Lo repasa, lo reconstruye. Estaba en una reunión y la ex mujer de un amigo, sonriente, le decía: “¿Vamos a la cama?”. Ni en el sueño ni ahora sabe cómo tramitar esa situación. La escena lo sorprendió. Se pregunta por qué aparece la ex de un amigo a la que no ve desde hace años y de la que solo supo que tuvo tres hijos.
Ya en el auto, le graba un mensaje de voz a su amigo Esnoudi para contarle el sueño. Le dice que es una mina que nunca le gustó pero que igual lo excitaba la situación. Que no sabía qué hacer. Que no le respondía, pero tampoco se iba a la cama… No, al menos, que se acordara, porque pasaban más cosas y no estaba seguro… “Amigo, tal vez, ahora que lo pienso, esto pasó como resabio de lo que me dijiste el otro día, ¿te acordás? Eso que te parece normal que entre amigos compartamos las mujeres… Me quedó picando si hablabas durante o después de un relación… Y me pregunto: ¿estás seguro de que son los hombres los que comparten? ¿No será al revés? ¿No serán ellas las que van eligiendo?”.

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