Eleonora Cassano en Bariloche: clases y una gala

La prestigiosa bailarina enseñó técnica clásica a alumnas de danza de diversas edades y niveles. “Es la primera vez que vengo a dar clases magistrales”, reconoció en conferencia de prensa.

Durante su estadía en Bariloche, que duró hasta el martes pasado, la bailarina Eleonora Cassano dictó clases magistrales y participó de una gala en uno de los salones del hotel Panamericano. Invitada por las profesoras Marylin Rodríguez y Marcela Obregón, mantuvo contacto con alumnos de niveles principiante (desde 6 años), intermedio y avanzado y ofreció una clase sobre metodología para la enseñanza de la técnica clásica.

El domingo, quien fuera embajadora del país en los más encumbrados escenarios del mundo asistió a una Gala donde le fueron dedicadas coreografías grupales de danza clásica, contemporánea y jazz lyrical.

Transcurridos cinco años desde la última visita, “es la primera vez que vengo para dar clases magistrales”, expresó durante una conferencia de prensa. Admitió extrañar “los viajes por todo el mundo” que realizó asiduamente como figura argentina del ballet clásico. Si bien “cuando doy clases me entrego de la misma forma que en el escenario, lo hago con la misma pasión y dedicación; no llega a llenarme desde el mismo lugar. Porque cuando bailo entro como en una nebulosa y no sé muy bien donde estoy y lo disfruto plenamente”, definió.

Compartir “experiencias de vida o consejos, que muchas veces sirven más que mostrar cómo hacer bien un paso, también lo disfruto pero es distinto. Lo que me mantiene arriba de los escenarios es otro tipo de espectáculos, que son como continuación de una carrera que fue fuerte, lo clásico lo dejamos en 2012”, expresó.

Durante el verano “voy a estar en el teatro Broadway con ‘Stravaganza’, junto a Nacha Guevara y Felipe Colombo. Estoy contenta de poder hacer temporada en Buenos Aires con este espectáculo que quedó muy lindo, bello, que había hecho en Carlos Paz”. Luego será presentado en escenarios europeos, anticipó.

“Muchas veces no soy tan consciente de lo que causamos con Julio (Bocca), funciones esporádicas y el cariño que me brinda la gente” satisfacen aunque “extrañe. Pero son etapas terminadas. No nos vemos seguido, él se fue a vivir a Uruguay, pero igualmente queda algo que nunca se va a ir, el cariño y conocimiento son imborrables”, dijo.

Enseñar

Las bases de la enseñanza “no tienen una característica determinada para el ballet. Aparte de lo técnico, creo que puedo brindar un poco más, diciendo aquello que no está escrito”, expresó Cassano.

“No me importa tanto si un alumno tiene condiciones. Son importantes si van a tomar la danza como carrera para toda tu vida, pero tampoco te podés confiar, hay que apoyarlas con mucho trabajo y pasión. Cuando doy estas clases, trato de que la pasen bien, que trabajen con dedicación y esfuerzo, con alegría. Si no, no tiene sentido. Les digo que tienen que venir a clases de ballet porque les gusta, no porque les dicen sus mamás”.

En su caso “siempre tuve algo natural en lo físico, como hiperlaxitud. A los 7 años me mandaron a estudiar con Olga Ferri porque quedé fascinada cuando me llevaron a ver un ballet. Entré enseguida al (Instituto del) Teatro Colón que son diez años de estudio. Terminé a los 18 pero ya a los 15 viajé a Venezuela invitada por la Fundación Teresa Carreño con Julio y Maximiliano (Guerra)”, recordó.

Fundadoras del Ballet Juvenil Allonge, integrado por la escuela local de Danzas de Marcela Obregón y la Academia Premier de Dina Huapi a cargo de Marylin Rodríguez, ambas directoras expresaron su agradecimiento a Cassano por haber “aceptado este proyecto que venimos trabajando desde hace un año. Un sueño para nuestras alumnas, para transmitirles esta emoción. La idea es acercarles medios y recursos como una oportunidad más para fortalecerse y perfeccionarse”.

De las clases para principiantes participaron unos “veinticinco chiquitos desde 6 años, entusiasmados con la llegada de Eleonora y con ganas de hacerle muchas preguntas. Ese es el objetivo, escucharla, estar en contacto”. En niveles intermedio y avanzado, participaron cincuenta y cinco alumnas, y de las clases sobre metodología, unas quince, informaron.

Esfuerzo conjunto “muy valorable. Es superimportante. La distancia hace que no sea fácil lograr acceder a conocimientos”, evaluó Cassano.

“Cuando bailo entro como en una nebulosa y no sé muy bien dónde estoy, y lo disfruto plenamente”,

cuenta Eleonora Cassano sobre su forma de experimentar la danza.

Datos

“Cuando bailo entro como en una nebulosa y no sé muy bien dónde estoy, y lo disfruto plenamente”,

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