“Hitchhiker”, un nuevo acústico del corazón salvaje

“Hitchhiker” no es un disco novedoso, es una rareza de Neil Young. El álbum recoge las canciones acústicas que grabó una noche del verano de 1976 en Malibú, todas ellas llenas de emotividad, melancolía, alucinaciones paranoicas y rabia política.

Las diez canciones que conforman “Hitchhiker” –grabadas en una sesión acústica el 11 de agosto de 1976-, permiten acceder al universo salvaje, emocional y alucinado de un joven Neil Young que despliega, con su guitarra y su voz inconfundible, algunos de los temas que lo confirman como un artista fundamental en la tradición de la música americana.

Antes de convertirse en un defensor de los derechos humanos y los recursos naturales, antes de luchar por el cuidado del medio ambiente y ser un aficionado a los autos de colección, el canadiense supo ser un hippie solitario que recorría las rutas americanas en busca de amores, sustancias y aventuras, siempre en los bordes de riesgo y la melancolía.

Ese espíritu, de alguna manera, es el que condensa en este trabajo acústico que hasta ahora permanecía inédito en la extensa trayectoria del artista canadiense, una de las voces más importantes en la historia de la canción americana, dueño de un estilo propio que abarca el rock, el folk, el country, el blues, el grunge y el activismo ambientalista.

Grabado en una noche de verano en Malibú, este acústico es un viaje directo al corazón de los 70: un momento crucial en la producción del artista que, a sus 30 años, combinaba sus reflexiones sobre la vida y el amor con el abuso de drogas y figuras como Marlon Brando, Richard Nixon, Kennedy o Pocahontas.

Producidos por David Briggs, los temas del disco –que han sido publicados a lo largo del tiempo en álbumes como “Comes a Time”, “Rust Never Sleeps”, “Hawks & Doves” y “Le Noise”– son una puerta a la intimidad creativa de un artista que a través de su guitarra, su armónica y su voz prodigiosa aborda la ruptura amorosa, la paranoia y la soledad.

“Pocahontas”, “Powderfinger”, “Captain Kennedy”, “Hawaii”, “Give Me Strength”, “Ride My Llama”, “Hitchhiker”, “Campaigner”, “Human Highway” y “The Old Country Waltz” son los temas que conforman un disco cargado de emotividad, melancolía, alucinaciones paranoicas y rabia política al costado del camino.

Hay pocos artistas como Neil Young: estilo inconfundible, energía imparable y esencia intacta. Creador de un universo musical, lírico y poético que sigue en plena vigencia, desde el emblemático “Harvest”, de 1972, hasta el reciente “Peace Trail”, de 2016.

Un corazón de oro que, frente a todas las guerras, sigue buscando paz, amor y libertad.

En una entrevista publicada en 1997 por “Los Inrockuptibles”, David Bowie afirmó sobre Young: “Admiro el orden que estableció en sus prioridades, el hecho de que un buen día haya decidido no aceptar el menor compromiso, todo aquello que pudiese manchar su integridad”.

“Es la única persona que conozco que ha permanecido tan fiel a sus convicciones. Y además, tiene una de las voces más bellas en la historia de la música popular”, sostuv

Original e influyente

Compositor, cantante, guitarrista y pianista, Neil Young, de 71 años, es autor de más de cincuenta discos que han impactado en la historia de la música popular por su originalidad, su expresividad y su contenido social, ético y político.

Su amplia influencia se puede rastrear en la obra de diversos artistas como Kurt Cobain, Eddie Vedder –por lo que se lo considera el padrino del grunge– o Thom Yorke.

Con el seudónimo e Bernard Shakey dirigió filmes como “Journey Through the Past”, “Rust Never Sleeps” y “CSNY Déjà Vu”.


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