Homenaje a Clarita Liptak en la Legislatura del Neuquén

Maestra pionera de las artes plásticas en el norte neuquino, la artista dejó una huella en quienes fueros sus alumnos y siguieron su camino. Ahora la recuerdan con una muestra colectiva.

Continuando con su ciclo de exposiciones dedicadas a las ciudades y a los pueblos neuquinos, y con el propósito de aportar desde el arte, elementos significativos para la identidad y la pertenencia de su gente, la Legislatura del Neuquén, invita a visitar desde este miércoles de 8 a 18, en su hall central, Leloir 810, la muestra colectiva de Chos Malal, “Otoño. Cinco artistas, homenaje a Clarita Liptak”, maestra pionera de las artes plásticas en el norte neuquino.

Hay para ver una veintena de obras pertenecientes al patrimonio cultural municipal y a los cinco artistas invitados: Leonor Temi, Ely Venturín, Rosa Benítez y Gloria Chacón. Todos acompañando los óleos y carbonillas de Clara Liptak, y que gentilmente cedió para la muestra parte de su familia, Valerio Liptak y su hijo, Esteban, ambos chosmalenses.

Con mates de por medio, en el comedor de la casa familiar, en Chos Malal, me encuentro a conversar con Valerio, sobrino directo de “Clarita”, como la llamaban en la zona desde su llegada en los años cincuenta.

De una caja saca una libreta de hojas amarillas y algunas fotos. Todo está registrado de su puño y letra. Don Valerio guarda allí “como un tesoro”, fechas y nombres que anotó de las conversaciones con su tía. Los recuerdos afloran y la emoción también…

“Era una mujer valiente, con una gran personalidad e ímpetu desafiante. Vivía sola, rodeada de gallinas y gansos, en una chacra. Todo lo que pintó lo obsequió. Algunas de sus obras son murales, están en instituciones, en hospitales, en escuelas. Así de generosa fue nuestra tía”, dijo.

Clarita llegó a Buenos Aires desde Hungría, en 1925. Tenía once años cuando el “Saturnia” ancló con su madre y con su hermano, Teodoro, papá de Valerio.

El destino, con sus hilvanes invisibles, quiso que naciera el 4 de agosto de 1914, el mismo día del aniversario de Chos Malal, donde ejerció como docente de muchísimos alumnos. Era profesora nacional de Dibujo, egresada de la Escuela Nacional Manuel Belgrano.

En 1960 la nombraron profesora de caligrafía y dibujo en la Escuela Nº 4, en la actualidad, CPEM 4.

Las generaciones que hoy la recuerdan lo hacen con gratitud y admiración, como es el caso de Leonor Temi, artista de reconocida trayectoria e invitada para esta muestra.

“Fue una pintora y docente, única”, dice Leonor durante el montaje de la muestra en el hall legislativo.

También la actriz Marcela Cánepa, la evoca en una charla en su casa de Neuquén. “Mi encuentro con Clarita fue fundamental. Yo venía de Buenos Aires, todo era nuevo para mí en Chos Malal. Nos íbamos con los atriles a pintar a orillas del río Curi Leuvú. Pasábamos largas horas conversando, tomando el té en tazas preciosas de porcelana. Con ella aprendí a contemplar un paisaje a través del arte. En los días de frío acompañábamos la charla con alguna grapa. Afuera el otoño, que nos encantaba, con sus amarillos de los árboles, los gansos alrededor de la chacra. Clara Liptak fue una gran mujer, imborrable en la memoria y en el corazón de los que supimos respetarla y quererla”.

“Era una mujer valiente, con una gran personalidad e ímpetu desafiante. Para ella no había imposibles, ni pérdida de tiempo”,

así define a su tía Valerio Liptak, quien guarda recuerdos y sus trabajos.

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“Era una mujer valiente, con una gran personalidad e ímpetu desafiante. Para ella no había imposibles, ni pérdida de tiempo”,

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