Illya Kuryaki: defensa de lo bailable

La banda está de gira por Europa presentando su último disco, “La Humanidad o Nosotros (LHON)”, además de tocar los clásicos de sus anteriores trabajos. En un alto en el tour, Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur hablaron de su evolución musical.

Illya Kuryaki and the Valderramas cautivó al público español en el Domo, la inmensa carpa azul y blanca instalada en Plaza Colón, en una de las zonas más céntricas de Madrid, que acoge por estos días las actividades culturales de Argentina / Plataforma Arco, en el marco de la Feria de Arte Contemporánea donde la Argentina es país invitado de honor.

“En este último disco que se llama ‘La humanidad o nosotros’ (LHON) nos conectamos con un costado más espiritual y sexual”, le contó a Télam Dante Spinetta, en el backstage minutos antes de comenzar el concierto.

Los IIlya Kuryaki hicieron una excepción y abrieron con “Gallo Negro”, un tema de su nuevo disco LHON. Hasta ahora, en el marco de la gira europea para presentar LHON, habían abierto los recitales con “Ula Ula”, un tema muy movedizo de su disco anterior “Chances”.

La gira europea comenzó el pasado 15 de febrero en Barcelona, pasó el 17 por Madrid, y luego llegó a Amsterdam, Berlín y París. En todas estas ciudades los músicos optaron por un mix de sus grandes éxitos que fueron encajando entre los de su nuevo álbum.

El clima del Domo se presentó como muy familiar, dado que el aforo no estaba al máximo y esto permitió que los músicos bajaran del escenario y tocaran entre la gente. E incluso que unas chicas subieran a bailar al escenario. “La verdad es que nos la estamos pasando muy bien y es un verdadero honor tocar para todos los argentinos que están aquí, tan lejos de casa”, dijo Spinetta.

“Abarajame”, “Jennifer del Estero” y “Jaguar House” siguieron animando a los presentes. Y en medio de ello, surgieron dos bailarines espontáneos entre el público, que comenzaron a bailar rap.

“La música bailable está vista desde un ángulo frívolo, pero nosotros creemos que eso no tiene por qué entenderse así. Para nosotros un tema como ‘Gallo Negro’ también tiene una conexión tribal, espiritual, que es otra manera de conectar con el espíritu, de una forma quizá más sexual”, dijo Spinetta.

“Claro que hay culturas como la cultura afro que tienen mucho más asumidos estos aspectos, lo cual en las culturas occidentales como la latinoamericana aún sigue siendo una especie de tabú, y no se acostumbra tanto a vivenciarlo así”, acotó Horvilleur.

“La gira fue increíble, porque hace 20 años que no veníamos, y en todos los sitios encontramos mucha gente, muy prendida, e incluso, en ciudades que no habíamos visitado nunca como Amsterdam, la gente bailaba y cantaba nuestras canciones. Nunca nos había pasado una cosa así”, agregó Spinetta.

Una banda mestiza

Hace unos días, después de tocar en París, Illya Kuryaki & The Valderramas lanzaron en las redes sociales, el mismo día, dos nuevos videos. “Salimos con dos videoclips a la vez, del repertorio de LHON, ‘Los Ángeles’ y ‘Ritmo Mezcal’. Estos componen el segundo y el tercer trabajo en video luego de ‘Gallo Negro’. Los lanzamos juntos porque nos pareció más loco, y lo cierto es que hizo más ruido. Teníamos ganas de hacerlo así y funcionó porque todos hablan de eso y finalmente nos ayuda a la difusión del disco”, precisó Emmanuel Horvilleur.

Spinetta se refirió a la versatilidad rítmica a la que ya tienen acostumbrados a sus seguidores. “Nosotros somos una banda que maneja mucho el concepto del yin y el yang, de la paz y de la guerra y del sexo y el no sexo; siempre fuimos una banda como mestiza, hemos crecido con el rock argentino, pero también hemos crecido con el rap, el funk, y a la hora de empezar a hacer música creo que asumimos ese camino porque nos gusta todo ¿Por qué no hacer todo lo que tengamos ganas de hacer? Igualmente hay un hilo conductor en ese rompecabezas que completa el viaje que proponemos”, agregó.

“Esto que te cuento está muy claro en el video ‘Gallo Negro’, donde mezclamos la cultura afro con mucha intensidad. Hay gente de todas las razas como si fuéramos una especie de resistencia espiritual en búsqueda de la nueva fe”, acotó Horvilleur.

“Lo cierto es que el público con el tiempo se acostumbró a nuestra propuesta que es amplia. De lo que venimos hablando, del funk, del rap, del hip hop. También de las canciones y de los experimentos que hacemos de mezclar bolero con hip hop o con flamenco o soul”, agregó. “Hay como un montón de variantes que entran en nuestra música, y eso hace que nuestra música sea como un crisol de razas. Y nos gusta que así sea”, continuó.

“¿Para qué limitarnos si podemos hacer un tema con una orquesta? Y nos podemos dar el lujo de hacerlo como hicimos en este disco donde grabamos con la filarmónica de Praga”, añadió Spinetta. “Y de golpe, al otro día estamos grabando guitarras con percusión a lo funky, para nosotros esta diversidad es parte de lo que somos”, dijo Spinetta.

“Entendemos a la música como un arte que puede saltarse clasificaciones y encasillamientos. El tiempo terminó de encajar la diversidad rítmica de nuestra propuesta y los que nos siguen lo sienten como algo natural, tan natural como lo sentimos nosotros”, concluyó Horvilleur.

“La música bailable está vista como frívola, pero no tiene por qué ser así. Tiene una conexión tribal, espiritual, que es otra manera de conectar con el espíritu”.

Dante Spinetta

“Entendemos a la música como un arte que puede saltarse clasificaciones y encasillamientos. El tiempo terminó de encajar la diversidad rítmica de nuestra propuesta”.

Emanuel Horvilleur

Datos

“La música bailable está vista como frívola, pero no tiene por qué ser así. Tiene una conexión tribal, espiritual, que es otra manera de conectar con el espíritu”.
“Entendemos a la música como un arte que puede saltarse clasificaciones y encasillamientos. El tiempo terminó de encajar la diversidad rítmica de nuestra propuesta”.

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