Claudio Gabis: la gratificante costumbre de girar

Claudio Gabis en el sur

Algo bueno debe pasar entre los músicos sureños y los fundadores del rock argentino. Primero ocurrió con Litto Nebbia y ahora, con Claudio Gabis. Los virtuosos y versátiles Gustavo Giannini, Julián Cabaza y asociados acompañan al ex Manal en su gira patagónica como ocurre con el hacedor de Los Gatos.

El tour que cada año hace Gabis por el país esta vez comenzó el 11 de mayo en Olavarría y prevé más de 20 conciertos, a lo largo de casi dos meses. El tramo sureño ya pasó por Roca, Chos Malal y Neuquén seguirá hoy en Junín de los Andes, mañana en Esquel y el domingo en El Bolsón (ver aparte), acompañado por La Cofradía del Sur, integrada por Ale Sandoval en guitarra y voz, Tomás Stancatti en teclados, Julián Cabaza en batería y Gustavo Giannini en bajo.

Con más de 41 años fuera del país, Gabis tomó la costumbre de visitar una vez por año la Argentina para realizar una recorrida musical por el territorio nacional, en conciertos en los que comparte escenario con artistas locales. En esta entrevista con la agencia Télam cuenta qué lo motiva a seguir las rutas argentinas cada año y habla de la reciente reunión de Manal y de la otra, la que no fue

P- ¿Qué significan para usted estas giras?

R- Es un logro. Para mí es épico porque significa desarrollar una carrera que no pude desarrollar antes. También significa la continuidad de mi carrera en la Argentina. Es la gran oportunidad, debido a mi modalidad de viajar solo, de tocar con músicos locales muy buenos, insospechados. Otra de las cosas que me permite es reaparecer porque llevo vividos 41 años fuera de la Argentina, entonces el poder mantener mi nombre más o menos conocido.

P- ¿Qué se lleva de esos lugares?

R- Lo primero que me llevo es un montón de mates y bombillas que me regalan (risas). Me llevo experiencias, un montón de gente nueva que conozco. Musicalmente, esto implica un ejercicio de amplitud musical, de preparación para lo impredecible, que te entrena. En general, me llevo muy buenas experiencias. Es muy enriquecedor. Yo recomendaría que muchos lo hagan. Que agarren la furgoneta, el teléfono, las redes y lo haga. Yo prevengo que no es divertido, es cansador, pero es gratificante. A nivel personal, estas giras son probablemente lo más interesante a nivel profesional que he hecho en mi vida.

P- ¿Por qué cree que es algo que no hace nadie?

R- Hay dificultades como la distancia, los costos, son muchas horas de viajes. Yo fui armando esta red en la cual un porcentaje altísimo de los compromisos surgen de facebook. Son lugares que no están en ningún circuito especial pero tienen apetencia en que vaya alguien que hace esta música, porque no va nadie. A veces, hay que ser paciente y flexible con los músicos y los resultados que se pueden obtener, porque no hay mucho tiempo de preparar nada. En estos casos, he ido construyendo a partir del defecto. Hay cosas que se presentan precarias, llenas de incertidumbre por inexistencia de un contrato, y eso se sustituye con espontaneidad, improvisación, dinámica, mucha paciencia, tolerancia, generosidad y pasión.

P- ¿Cómo vivió la reunión de Manal?

R- Fue fantástico porque Manal había terminado mal y eso nos obligó a volver a estar juntos. Puede no haber buena onda entre nosotros pero cuando Manal toca, la onda es buena y eso nos supera. Hubo un milagro gestado por (Jorge) el “Corcho” Rodríguez, que funcionó bien y quedó documentado. Y quedó pendiente un concierto para la gente, que tendría que haber ocurrido ahora.

P- ¿Qué pasó con esa fallida reunión?

R- Se fijó la fecha y hubo tratativas normales de la producción con cada uno de los miembros del grupo por separado. Hubo cosas que intenté cambiar porque no me gustaban mucho y supongo que Alejandro Medina y Javier Martínez habrán estado haciendo lo mismo. Hasta que por razones formales, organizativas, económicas y anímicas, la producción me comunicó que se cancelaba la fecha. No volví a hablar con nadie ni tuve una explicación. Calculo que habrá habido buenas razones, sino no lo hubieran hecho. Se canceló porque de repente la productora no la vio y decidió que no se justificaban las tratativas que estaba llevando con cada uno de nosotros.

P- ¿Le quedó un sabor amargo?

R- No. Quedó una deuda que siento que hay que satisfacer. Tenemos que tocar para mucha gente aunque sea una vez y despedirnos abrazados. Es dificilísimo, pero creo que se tiene que hacer. El “Corcho” logró el milagro pero esta vez no lo logró. Tal vez se hartó de nosotros y no lo puedo criticar por eso. Pero tenemos una deuda con el público difícil de saldar, salvo que aparezca un Cid Campeador moderno