Las mujeres fuertes se abren paso en la Berlinale

No hubo damiselas en apuro en la competencia del Festival de Berlín, sino dos propuestas que les dan protagonismo y las ponen en el centro de la escena

Las mujeres fuertes se abren paso en la Berlinale

No hubo damiselas en apuro en la competencia del Festival de Berlín, sino dos propuestas que les dan protagonismo y las ponen en el centro de la escena

“Damsel”, un western con una mujer de armas tomar en el centro de la escena y “Las herederas”, primera película paraguaya en competir en un festival clase A en la historia, protagonizada por dos mujeres de clase alta en decadencia, dominaron una competencia con acento femenino en la Berlinale.

El western de los hermanos David y Nathan Zellner (”Kumiko, the Treasure Master”), quienes también actúan en el filme, retoma uno de los géneros más antiguos del cine en clave cómica para contar la historia de Samuel (Robert Pattinson), un joven enamorado que emprende una travesía por el Lejano Oeste acompañado de un párroco (David Zellner) para casarse con la mujer de sus sueños, Penelope (Mia Wasikowska), que supuestamente fue secuestrada.

Sin embargo, la que pareciera ser la típica damisela en apuros del western más clásico, dominado por hombres recios que escupen al suelo y taconean a sus caballos, es en realidad una mujer aguerrida dispuesta a hacer lo que sea necesario con quienes se interponen a sus planes o creen que pueden ablandarla adulando su belleza.

“Hay una conciencia creciente acerca de poder ver a más mujeres, de poder representarlas más, no solo en el cine, y que haya más personajes femeninos empoderados, con una mayor voz”, evaluó la actriz de “Alicia en el País de las Maravillas” y “Alicia a través del espejo”, quien ya compartió cartel con Pattinson en el pasado en “Maps to the Stars”, de David Cronenberg.

Por su parte, David Zellner, quien interpreta al párroco de la película, confesó que él y su hermano son fanáticos de los westerns desde niños, pero que estaban ya un poco “abrumados” por sus clichés. “En los westerns las mujeres suelen ser aburridas, un mero objeto de deseo, el premio a ser obtenido por el hombre”, dijo acerca de su filme, que ya pasó en este año por el Festival de Cine de Sundance y tiene en Berlín su estreno internacional.

Nathan, en tanto, que tiene un papel menor en pantalla como Rufus, hermano del supuesto secuestrador de Penelope, lo resumió de modo simple: “Tratamos de hacer películas que no hayamos visto antes”.

Pattinson, por su parte, cuya carrera ha dado un gran salto desde que se hiciera famoso como el vampiro Edward Cullen de la saga “Crepúsculo”, reconoció que en general no es visto como un actor de comedia. “Pero esto me pareció tan extraño, una versión tan abstracta de la comedia, que me pareció divertido hacerlo”, dijo.

“Damsel”, un western que sale de los estereotipos.

Antes del desfile de estrellas de Hollywood como Pattinson y Wasikowska por la sala de prensa se presentó en la competencia “Las herederas”, del paraguayo Marcelo Martinessi, que tuvo una buena acogida.

“Las herederas” no sólo es el primer largometraje de Martinessi, sino que es también la primera película paraguaya en competir por un festival clase A en la historia.

Coproducida con Alemania, Uruguay y Brasil, entre otros países, refleja la decadencia económica de una pareja de mujeres de clase alta de Asunción de unos 60 años, Chela (Ana Brun) y Chiquita (Margarita Irún) cuyas vidas se ven trastocadas cuando la última es ingresada en prisión por una deuda con el banco.

A partir de ese momento, Chela deberá aprender no sólo a vivir sola, sino también a procurarse el sustento vendiendo desde la vajilla hasta los muebles de su casa. Hasta que, en medio de su desasosiego, descubre una forma más de ganar dinero ofreciendo viajes en auto a mujeres de clase alta que tienen miedo de tomar un taxi. En uno de esos viajes conocerá a Angy (Ana Ivanova), lo cual la sacará de la depresión pero hará tambalear aún más su vida.

“La herederas”, primer filme paraguayo que compite en un festival de primera línea.

Martinessi recorrió ya varios festivales internacionales en el pasado, como Berlín o Venecia, con sus cortometrajes, entre ellos “La voz perdida”, sobre la masacre de campesinos en Curuguaty de 2012, en la que perdieron la vida más de una decena de campesinos.

Según dijo, Paraguay es “un país bastante invisible en el cine” y, con su película, intentó dialogar con lo que considera una gran oscuridad. “Vivimos en una sociedad que quiere seguir siendo la misma desde hace 50 años”, dijo sobre su país, que describió como una “gran cárcel”.

“Para mí fue muy fuerte el golpe de estado de 2012 que nos hizo querer volver a modelos que ya creíamos distintos”, señaló el director sobre el proceso que llevó a la destitución del presidente Fernando Lugo. “Y esto le dio más razón a lo que quería narrar”.

La elección de contar una historia de mujeres, en la que los pocos hombres que aparecen son apenas satélites, no fue aleatoria. “En toda la historia de Paraguay hubo grandes señores que dirigieron los destinos del país, y a pesar de eso son las mujeres las que tejen la fibra interna de la sociedad”, señaló el director.

“Hay tantas películas en las que las mujeres son vistas como objetos que para mí era importante hacer un cine de mujeres y que los hombres fueran algo adicional, marginal a la historia”, dijo.


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