Skay y los Fakires engranan la noche

En Cipolletti

Con “El Engranaje de Cristal”, su flamante disco, como estandarte, Skay y sus fieles fakires tocarán esta noche en Cipolletti.

Ele x guitarrista redondo (¿o acaso lo será por siempre) se presentará a las 21, en Kimika, para soltar riffs de una carrera posricotera que ya suma seis discos desde 2002, cuando editó “A través del mar de los sargazos”.

El de esta noche será el segundo recital de Skay en un mes, luego de haberse presentado en Puerto Rock de Bariloche, el 23 de septiembre pasado.

“l Engranaje de Cristal” es un gran disco de Skay. Virtuoso, pero despojado, su guitarra nos pasea por lo mejor de su catálogo de riffs. Por eso, más de una vez ese paseo roza distritos ricoteros como ocurre con “Egotrip”, una de sus canciones con destino de hit para los directos.

También dicen presente, y por sobre cualquier otro arreglo, los toques orientales que Skay propone desde su primer disco y que en este, el último, lucen acústicos antes que eléctricos, tal es el caso de “Cáscara”, que abre el disco y que cuenta con arreglos orientales estilo beatle.

“Quisiera llevarte”, al igual que “Egotrip”, brilla como una gema de estirpe ricotera. En “El equilibrista”, el equilibrista parece ser el mismo Skay, que oscila con su guitarra entre la acústica y el blues eléctrico. ¿El resultado? Otra gran canción.

Aunque es inocultable su impronta ricotera (no tiene por qué ocultarla, después de todo), Skay a construido en todo este tiempo y a lo largo de sus discos un modo de componer para su guitarra que al mismo tiempo lo desmarca poco a poco de su anterior banda.

Aunque el oído distraído (incluido el de quien esto escribe) conecte cada riff actual con los de aquel pasado, Skay vuela solo. Y vuela alto.

Pero el mayor desafío acaso haya sido con la lírica, incluso más que la cuestión vocal. Porque, es cierto, era todo un hallazgo saber cómo cantaba Skay, pero más lo era saber cómo escribía. Fundamentalmente, porque las letras siempre fueron un espacio exclusivo del Indio.

Y lo que resultó fue una poesía precisa que dio forma a breves relatos místicos, pero también con los pies plantados en la realidad. Menos encriptada que la del Indio, la lírica de Skay propone viajes hacia Oriente, pero a la vez sugiere darse una vueltita por el barrio.

A su modo, Skay mantiene vivo el legado ricotero y, liberado del peso de la ceremonia, lo hace siguiendo su propio instinto musical.

Datos

Las entradas anticipadas pueden conseguirse a 448 pesos en Kimika, La Caja Mágica (Cipolletti) y La Conrado (Neuquén). También por eventpass.com. En puerta, las entradas costarán 500 pesos.

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