Sueños II

Redacción

Por Redacción

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“El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona”, así lo dice como buen romántico el poeta Hölderlin, más atento a las pulsiones, a los sentimientos que a la razón. Es que en la dimensión onírica todo es posible como en la literatura, de allí que estén tan imbricados.
“Sueño de una noche de verano” es una de las obras más conocidas de Shakespeare, en la que el dramaturgo se permite explorar todo un mundo de hadas, duendes, dioses en la escena isabelina de entonces bajo el paraguas siempre efectivo de los sueños. En su obra “La Tempestad”, Shakespeare pone en boca de Próspero, el hechicero, la siguiente y enigmática y célebre frase: “Estamos hechos de la misma sustancia de la que están hechos los sueños/, y nuestra pequeña vida se encierra en un sueño”. Y los sueños suelen ser también los comodines a los que recurren nuestros alumnos cuando quieren resolver un problema narrativo: “Y de repente despertó, y se dio cuenta que todo había sido un sueño”, es el final más escrito por los estudiantes de primaria y secundaria cuando tienen que concluir un texto de ficción.
A veces nuestras pesadillas, además de causarnos zozobras y agitaciones en el medio de la noche, pueden –si se tiene el talento necesario– ser fuente propicia para la creación literaria. Una mujer llamada Mary Shelley y su esposo tenían amistad con el poeta romántico inglés Lord Byron; entre los tres buscaban sorprenderse con relatos de terror. Dice la leyenda que durante una tormenta Mary Shelley tuvo un sueño tan real y terrorífico que se despertó atemorizada. Se propuso escribirlo y así nació “Frankenstein”. También, al parecer, Robert L. Stevenson soñó en repetidas ocasiones con un personaje malvado que vivía una vida secreta. Así nació la novela “El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde”.
Chuang-Tzu, filósofo chino del siglo IV a.C. nos dejó un relato memorable que mucho tiene que ver con nuestra perplejidad al despertar de un sueño intenso: “Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu”.

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