Un neuquino en el Festival Internacional de Mar del Plata

Kiran Sharbis, como es de suponer, es su nombre artístico. El real es un misterio, y el prefiere que así sea.

Con sus 47 años el actor que dio sus primeros pasos de actuación en la escuela 3 de frontera de Chos Malal junto a su maestra Peggy, protagonizó “El Azote”, una nueva película de José Celestino Campusano que el próximo fin de semana se estrenará en la edición número 32 del Festival Internacional de Mar del Plata, donde además competirá entre los largometrajes argentinos.

Kiran se pone en los zapatos de Carlos, un asistente social en la ciudad de Bariloche, que “mantiene una lucha dura y continua por ayudar a encauzar las vidas de los estudiantes del colegio en el que se desempeña”, como comienza contando la sinopsis

“La tarea está en seria desventaja frente al entramado de corrupción, pobreza, drogas y abusos que acecha a los jóvenes, y además le impide poner su propia vida en orden, recuperar a su ex pareja y asistir a su madre inválida. Su empatía logra reducir los impulsos violentos de los chicos que tutoriza, y su temple lo sostiene frente a las agresiones de aquellos que lo ven como un obstáculo para perpetuar la miseria, pero cada batalla le va quitando la confianza en poder cambiar las cosas, y se acerca el momento clave para no sacrificar el futuro de los alumnos”.

Una vez más Campusano aborda en “El Azote” esos temas que a otros incomodan un poco.

“Lo que me guata de la película es que aborda cosas que pasan. José Campusano toma situaciones sociales de la vida real y las cuenta. Entonces todo lo que se ve en la película son problemáticas que están en Bariloche, que están en Neuquén, que están en todo el país y que nadie se anima a tocar por el hecho de que algunas cosas son consideradas tabú o es mejor meterlas debajo de la alfombra. Y él los muestra porque creo que uno de los compromisos de un artista es contar la realidad en la que vive y mostrarla más allá de la presiones del momento”, subrayó el actor neuquino que luego de su incursión de pequeño en el teatro, estudio en la Escuela Superior de Bellas Artes de Neuquén y con las actrices locales Elsa Hernández y Lala Vega y que luego en Buenos Aires se capacitó con Lito Cruz y en la escuela de Germán Krause.

Sharbis también subrayó: “desde el punto vista técnico me gustó muchísimo porque Campusano utiliza mucho el plano secuencia que es como una coreografía, son tomas muy largas que nadie puede fallar porque hay que volver todo para atrás, eso dio muchísima interacción y fluidez a la cosa y de alguna manera se generan muchas cosas interesantes”.

“Me encantó la propuesta desde el primer momento. El trabajo que hace Campusano es muy bueno es un cine que es nuevo respecto al mismo molde que a veces se ve en la producción audiovisual, y es un cine muy fuerte”, cerró el neuquino.

Ficha técnica

Director, guionista y productor: José Celestino Campusano

Fotografía/Imagen: Eric Elizondo

Duración: 89 minutos.

Edición/Montaje: Horacio Florentín

Intérpretes/Entrevistados: Kiran Sharbis, Facundo Sáenz Sañudo, Gastón Cardozo, Ana María Conejeros, Nadia Fleitas.

José Campusano

un director particular

Nacido en Quilmes, Buenos Aires en 1964. Hijo y hermano de boxeadores, su infancia y adolescencia estuvieron signadas por un desprecio absoluto a la educación oficializada y a todos y cada uno de los mecanismos de inserción social. Estudio parte de la carrera de realizador argumental en el Instituto de Cine de Avellaneda.

La obra de Campusano siempre se adentra en los bajos fondos de marginalidades delictivas, homosexuales y esotéricas. Con una contundencia inusitada y atrapante.

Dirigió varios largometrajes; entre otros, Vikingo (2009, 24° Festival), Fango (2012, Mejor Director de la Competencia Argentina en el 27° Festival) y El sacrificio de Nehuén Puyelli (2016, 31° Festival).

El filme participará en la competencia oficial del Festival de Mar del Plata en la sección Argentina de largometrajes. Tendrá dos funciones: el viernes 24 y otra, el 25.