Europa desmantela campos, cierra fronteras y reclama: “No vengan”

Más de 130.000 migrantes han llegado a Europa desde enero, según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

ATENAS (AFP) – El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió a los migrantes económicos que no vengan a Europa, durante una gira por Grecia y Turquía, dos países en primera línea en la crisis de los migrantes.

“Quiero lanzar un llamado a todos los migrantes económicos ilegales potenciales, de donde sean. No vengan a Europa. No les crean a los traficantes”, dijo Tusk en una conferencia de prensa en Atenas tras reunirse con el primer ministro griego Alexis Tsipras. “No pongan en riesgo sus vidas y su dinero. Todo esto no servirá de nada”, añadió.

Tusk se encontraba en Atenas como parte de una gira regional sobre la crisis por los países más afectados por la llegada masiva de migrantes, antes de una cumbre UE-Turquía sobre la crisis migratoria el 7 de marzo.

Este llamado se produce luego de que la Unión Europea propusiera un paquete de ayuda humanitaria de 700 millones de euros para los países más afectados por esta crisis, entre ellos Grecia, donde cerca de 10.000 migrantes que buscan llegar al norte de Europa siguen bloqueados en la frontera macedonia.

Estas personas han quedado bloqueadas como consecuencia de nuevas restricciones impuestas por varios países de los Balcanes, lo que puede degenerar en una crisis humanitaria de forma inminente, según la ONU. Tusk criticó estas “decisiones unilaterales” que –dijo– perjudican el espíritu europeo de “solidaridad”.

Más de 130.000 migrantes han llegado a Europa desde enero, según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). La mayoría de estos migrantes pasaron por Grecia tras cruzar el Mediterráneo desde Turquía.

“ Grecia vive la crisis humanitaria más grave”, dijo el comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides. Este país, que actualmente acoge a 23.000 migrantes, advirtió que “no está en capacidad de gestionar a todos los refugiados que llegan” a su territorio y dijo que necesitaría 480 millones de euros para acoger a un total de 100.000 refugiados. Macedonia por su parte dejó pasar por su frontera con Grecia a los primeros 300 refugiados sirios e iraquíes, después de días de incidentes.

Cerca de la localidad griega fronteriza de Idomeni, en un campamento para 1.600 personas, la situación humanitaria seguía degradándose. “Entre el viernes y el domingo, el número de personas en este campamento pasó de 4.000 a 8.000. Y ahora estamos en 9.000”, explicó Jean-Nicolas Dangelser, de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Idomeni.

En Francia, el desmantelamiento de una parte del campamento de inmigrantes en Calais (norte de Francia) se reanudó ayer. Como en los días precedentes, las operaciones tenían lugar con la presencia de un importante dispositivo policial de protección. Entre 800 y 1.000 personas viven en el sector sur de la “jungla” que será desmantelado, pero las asociaciones estiman ese número en 3.450. En todo el campamento hay entre 3.700 y 7.000 migrantes, en su mayoría sirios, afganos y sudaneses que quieren pasar a Gran Bretaña.

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