Logros y algunas deudas en Roca

ROCA (AR).- Pese a que en los últimos seis años se convirtió en una de las primeras instituciones en Río Negro en incorporarse a la modalidad de jornada extendida, en la escuela 317 de Roca todavía queda un buen trecho para lograr que el programa funcione en un cien por ciento y siguen existiendo falencias y carencias en la articulación con el resto de los actores del sistema educativo. Silvia Colonizt, directora del establecimiento, trazó un panorama de la marcha de la jornada extendida en una de las escuelas más populosas de la ciudad con este plan. En Roca suman media docena las que cuentan con esta modalidad y la mayoría son rurales. “La escuela funciona bien, a veces se complica organizar ciertos aspectos –pedagógico, administrativo– por la cantidad de personal con que cuenta esta escuela. Se debe coordinar y acordar en el equipo directivo la toma de muchas decisiones y son tantos los emergentes que generalmente falta tiempo para realizar una buena tarea en ese aspecto. Terminamos resolviendo lo más urgente y con mucho esfuerzo buscamos diferentes estrategias para solucionar las cuestiones que consideramos no tan urgentes. Se siente la poca normativa que existe sobre jornada extendida”, señaló Colonizt. La implementación fue “complicada” al principio, pero “las cosas mejoraron”, se indicó. Aunque “tarde, llegaron los insumos y lo que no cambió fue la forma de elección y contrato a término de los talleristas. Día a día tratamos de solucionar los problemas integrándonos entre docentes, directivos y padres”. –¿Qué evaluación hacen de la marcha de la jornada extendida? –Es buena, pero se puede mejorar mucho más. Implica mayor calidad educativa y un mejor acompañamiento en las trayectorias escolares de niños con dificultades insertos en una población con carencias (económicas, afectivas, de relación). La propuesta de talleres artísticos logra que ellos se expresen a través del movimiento, la música, la expresión plástica, el teatro, etcétera, y en muchos casos es por lo trabajado en los talleres que logramos conocer y llegar a esos niños y ayudarlos en el proceso de aprendizaje. –¿Qué aspectos positivos y negativos destacaría? –Positivo, las propuestas de algunos talleres. Mejoraría los tiempos para articular entre docentes y talleristas, tener referentes en jornada extendida que trabajaran codo a codo con nosotros. Contar con una persona que se encargue del comedor, que se construyan escuelas de esta modalidad más chicas y con menor cantidad de alumnos; sería más fácil de organizar. También contar con equipos psicopedagógicos (ETAP), uno por escuela o cada tres escuelas como máximo; crear supervisiones para escuelas con esta modalidad y designar los recursos didáctico-pedagógicos y humanos (aulas digitales, inglés, etcétera). Es necesario revisar los tiempos en los que se desarrollan las horas de articulación y contar con horas institucionales. Además, la docente remarcó que “el Estado debe garantizar los recursos materiales y las condiciones edilicias” y consideró que “los fondos no deben provenir de organismos internacionales ni de empresas privadas”.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios