Mitos y verdades sobre las acciones afirmativas
“Las mujeres que llegan a espacios de poder no tienen méritos”
Diferentes datos refutan esta hipótesis. Según Directorio Legislativo, las legisladoras tienen un título superior en mayor proporción que los varones: un 79% de las legisladoras frente a un 71% de los varones.
Un reciente estudio de la OCDE afirma que Argentina tiene una “brecha invertida” en educación. Las mujeres egresan más del secundario y también obtienen más títulos de licenciatura, maestría y doctorado.
Los datos son contundentes: a las mujeres se nos exige más formación para acceder a los mismos puestos que los varones.
“Las legisladoras tienen un peor desempeño que los legisladores”
Algunos indicadores vinculados con la productividad muestran lo contrario. Andy Tow evidenció que entre 2001 y 2016 la tasa de ausentismo fue menor entre las mujeres (24%) que entre los varones (30%).
Además, aunque las mujeres representan menos del 40% en ambas Cámaras, impulsan más de la mitad de los proyectos de ley: en 2013 el 63% de los proyectos y en 2014 el 52%.
“No son necesarias acciones afirmativas porque naturalmente se tiende a la igualdad”
Diversas estimaciones señalan que serían necesarios entre 100 y 200 años (o entre 3 y 6 generaciones) para alcanzar la igualdad.
Además, a pesar de los logros educativos y laborales, persisten obstáculos estructurales y culturales que explican que de cada 10 puestos de máxima decisión en los ámbitos político, social y económico, solo 2 estén ocupados por mujeres. Esta cifra, aún lejos de la igualdad, se logra gracias al cupo del 30% en el poder legislativo. Sin esta medida la participación de las mujeres en altos cargos sería menor, ya que en las empresas y sindicatos no supera el 5%.
(*) Equipo Latinoamericano de Justicia y Género
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