“Presuntos secuestros en Neuquén”: el rol de la prensa

Con ese título, en la edición del 13 de junio de 1976 de “Río Negro” se publicó que la Policía de Neuquén reconoció que había recibido la denuncia de privación ilegítima de libertad de Susana Mugica, Alicia Pifarré, César Gilibardo, Alicia Villaverde, Mirta Tronelli y Darío Altomaro.

Se precisaba que los secuestros se habían producido entre el miércoles y el viernes anterior y que varias de las presuntas víctimas pertenecían al grupo teatral Génesis.

El 15 de junio, el Comando de la Sexta Brigada comunicó que había detenido a ocho personas que eran investigadas “por su posible conexión con organizaciones declaradas ilegales por el gobierno nacional”.

Se trataba de Carlos Corvalán Schedan, Virginia Gita de Schedan, Jorge Asenjo, Élida Cifuentes, Nora Rivera, Eva Libertad Garrido, Irma Jofré de Cire y Raúl Héctor González, indicaba el parte.

González era un exdiputado y se precisaba que “con él son tres los exlegisladores de esta provincia detenidos a diposición de las autoridades militares”.

La prensa se mantuvo alerta y el 16 de junio este diario publicó que no había novedades del secuestro del grupo Génesis, se dieron detalles de cómo fueron algunos de los secuestros y se destacaba, a partir de las cartas que los familiares hacían llegar, que los secuestradores habían actuado encapuchados, lo que demostraba la participación de grupos marginales y armados.

El 27 de junio el Comando emitió un comunicado en el que informó que “gracias a la generosa y desinteresada colaboración prestada por la población de la zona, se había detectado la presencia de una célula guerrillera proscrita en 1973 (una OPM-Organización Política Militar)”.

Ese comunicado Nº 26 señalaba que se había detenido a 20 personas, que “13 habían admitido pertenecer a la OPM”, que las restantes habían recuperado la libertad y que habían “secuestrado armas y material bibliográfico subversivo”.

Con la inocultable intención de infundir temor entre la población, se informaba que esa organización se estaba “afianzando en la zona para iniciar acciones de violencia como ocurre en otras partes del país”.

Ese mismo día, este diario publicó un operativo militar y policial que consistió en detener el tren Estrella del Valle luego de que dejara la estación de Cipolletti y apresar allí a cuatro personas, entre ellas un conscripto.

La publicación de los secuestros y la desaparición de personas –que patentizaba el terrorismo de Estado aunque el grueso de la población no lo visibilizara como tal– posibilitó la liberación de algunas víctimas.

Un caso fue el del periodista corresponsal de “Clarín” en esta ciudad, Enrique Esteban, secuestrado aquí el 23 de julio de 1978 y liberado el 24 de diciembre de ese mismo año, amordazado y con una nota que lo acusaba de ser terrorista en Tres Arroyos.

Otros periodistas de la agencia local de “Río Negro” recibían amenazas anóminas. (AN)


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios