Primero salvar la vida y comer… después jugar

Los niños tomaron por asalto las hamacas y calesitas multicolores de Alepo, en los primeros días de tregua, sin temor a que sus juegos terminen en tragedia, pero con los estómagos igual de vacíos.

El barrio rebelde de Bustane al Qasr recuperó las risas y gritos de los niños, que aprovechan desde el martes la calma para divertirse, rompiendo con un cotidiano en el que se enclaustran en sus casas para escapar a la muerte.

Otros, un poco mayores, juegan al fútbol bajo un puente destruido, al igual que muchos edificios en el barrio de Chaar. Pero, este día del Eid al Adha, la fiesta musulmana del sacrificio (de un cordero que después es compartido en familia o con amigos), no es sinónimo, como antes de la guerra, de un festín. En la ciudad no hay alimentos.

Por primera vez desde la última tregua en febrero, los aviones no lanzaron sus bombas y los alepinos pudieron dormir plácidamente, pero los barrios rebeldes de la excapital económica y segunda ciudad del país, así como en las otras localidades sitiadas, esperaron en vano la distribución de la ayuda humanitaria esperada en virtud de la tregua.

“La detención de los bombardeos está bien, pero no es suficiente. Queremos la llegada de alimentos”, afirma Abu Jamil, en Ansari, barrio rebelde de Alepo. “La situación es mala, puesto que los mercados están vacíos”, añade el hombre de 55 años.

Devastado por la guerra, el sector este de la ciudad sufre una escasez sin precedentes. Las calles estaban estas horas más frecuentadas que lo acostumbrado. Sus habitantes discutían en las veredas o frente a sus casas. Pero la mayoría de los almacenes siguen cerrados por falta de provisiones y en los pocos abiertos, los clientes intentaban comprar lo poco que les ofrecían: berenjenas, zapallitos y otras hortalizas.

En la ciudad rebelde de Duma, cerca de Damasco, también sitiada, lo que más falta hace es material médico. Abu Hamza, quien dirige el servicio de diálisis del hospital, dice esperar “la llegada de los equipos necesarios. No nos queda nada tras la última ayuda”, entregada en junio, explica. “Espero que esto sea en serio. Espero no escuchar más los gritos de los heridos”, dice Alaa Jomaa, enfermero.

“Veintitrés civiles, entre ellos nueve niños, murieron en ataques aéreos contra la ciudad de Mayadin, violando la tregua”.
Informe del Observatorio Sirio de DD. HH.

Una paz duradera

sigue muy lejos

P- ¿Cómo es el acuerdo?

R- Se trata quizá del enfoque hasta ahora más completo para llevar la paz a Siria. Está basado es un alto el fuego en todo el país negociado por Washington y Moscú (foto), frenando los combates entre las tropas del gobierno y los rebeldes y permitir el suministro de ayuda a los territorios asediados.

P- ¿Qué potencia se beneficia más del pacto?

R- Responde a los intereses tanto de EE. UU. como de Rusia, que quieren poner fin a la guerra, pero para Moscú implica un logro significativo: su reconocimiento como potencia influyente al nivel de Washington, sin que Estados Unidos pudiera evitarlo. Aumentó su poder también frente al régimen de Al Assad, dependiente ahora de Vladimir Putin.

P- ¿Qué ocurre con los grupos terroristas?

R- La milicia sunnita Estado Islámico (EI) y el antiguo Frente Al Nusra, aliado a Al Qaeda, ahora llamado Frente Fatah al Sham tras romper con la organización, están excluidos del plan de paz. Washington presiona incluso a las milicias aliadas para que rompan todas las conexiones con el antiguo Al Nusra. Si todo marcha según lo previsto, Washington y Moscú lucharán juntos contra esas agrupaciones intercambiando información militar y de inteligencia.

P- ¿Cómo se comportan el resto de partes enfrentadas?

R- Todo depende que si el resto de países implicados en el conflicto apoyan la tregua. Irán, aliado de Moscú y Damasco, saludó el plan, como también lo hizo Turquía. Las monarquías sunnitas del Golfo: Arabia Saudita y Qatar parecen aceptarlo, pero siguen queriendo derrocar a Al Assad. También Turquía persigue intereses propios para evitar un Estado libre kurdo en su frontera sur. Irán podría convertirse en un factor de preocupación si Rusia negocia con EE. UU. una salida de Al Assad. Los kurdos, aliados de Estados Unidos, son “olvidados”, pese a ser un importante factor de poder, para no irritar a Turquía. El objetivo podría garantizar a los kurdos cierta autonomía en Siria.

P- ¿Aumentan las opciones de un fin de la guerra?

R- Hay tantas partes implicadas en el conflicto que una solución política sigue estando lejos. Un aspecto central sigue siendo quién liderará el país, si Al Assad se tendrá que ir y cómo se repartirá el poder entre los grupos.


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