Un análisis de su pensamiento

“Como investigador y ensayista Mario Bunge es autor de una vasta obra que ha sido traducida a más de una docena de idiomas y que puede considerarse insoslayable dentro del pensamiento contemporáneo, en el plano filosófico propiamente dicho, pero muy especialmente en el de la reflexión acerca de la problemática científica. La infinidad de interrogantes planteados por el avance de la física lo llevó, cuando aún era casi un adolescente, a proponerse el estudio metódico de esta disciplina para poder dilucidar las cuestiones más profundas inherentes a ella, pasando con el tiempo a otros ámbitos científicos. Ha escrito así un número incontable de trabajos sobre física, ética, psicología, teoría de la ciencia y la investigación y muchos otros temas, vinculando permanentemente el campo de la filosofía con el de los diversos aspectos de la realidad y el conocimiento. ”Acerca de su sistema filosófico, expuesto en los ocho volúmenes del ‘Tratado básico de filosofía’, él mismo ha precisado que está compuesto por varias ramas de la filosofía, que pretende de ser científica, es decir acorde con los avatares en ese campo, definiéndolo además como materialista en lo ontológico y metafísico, realista en lo relativo a la teoría del conocimiento y objetivista en lo axiológico. Califica su materialismo de emergentista –no dialéctico–, entendiendo por materia, no la de los filósofos tradicionales, sino aquella sobre la cual trabajan los físico y químicos en la actualidad. En cuanto al realismo, define el suyo como científico, diferenciándolo del ingenuo que acepta simplemente los datos de los sentidos y aun del crítico. Esto lo ha llevado a establecer en el esencial tema de la existencia dos tipos de ésta: la conceptual (lo que él llama constructos, es decir objetos conceptuales, entes de razón) y la real o factual. Los constructos aparecen constituidos por dos elementos: el significado y la verdad, mientras que la composición, el cambio, la evolución, las relaciones espacio-tiempo son caracteres de las cosas reales. ”Pero Bunge es además sistemista, es decir: concibe la realidad como un sistema de cosas. Éstas no existen aisladas sino que forman parte de sistemas, lo que supone, desde el punto de vista gnoseológico, que para conocerlas no se las puede analizar solas sino dentro de su contexto. Además, si las cosas son sustancias con propiedades específicas, existe una constante interacción entre ellas que produce la emergencia de nuevas propiedades, dato observable también en lo biológico como en lo social, en lo que constituye un proceso dinámico del mundo real”. (Fragmento del análisis que, sobre el pensamiento de Mario Bunge, realiza Josefina del Solar en “Diccionario de pensadores contemporáneos”, dirigido por Patricio Loizaga. Emecé, Buenos Aires, 1966, pág. 71)


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