Violencia de género: Argentina (y Río Negro) denunciados por ONU

A diferencia de los avances registrados en la sociedad, el Estado ha respondido en forma lenta y desarticulada, señaló la relatora del organismo.

Por Lucía Gadano y Mariana Rulli

Especial para “Rio Negro”

La violación a los derechos humanos de las mujeres es un flagelo de escala global. Por eso, desde la comunidad internacional se está trabajando arduamente para visibilizar e impulsar a nivel nacional, provincial y municipal la implementación de medidas tendientes a combatir las desigualdades y violencias de género. La ONU acaba de realizar un crítico análisis del estado de situación de Argentina. Las recomendaciones vertidas encienden una alarma pero también señalan un camino a seguir. La provincia de Río Negro, siendo la que presenta uno de los índices más altos de femicidios en nuestro país, también está en deuda.

La sociedad argentina, especialmente el movimiento de mujeres, se ha apropiado de esta agenda y exige respuestas. A su ritmo, pero firmemente, la sociedad va desnaturalizando prácticas y acciones discriminatorias y violentas hacia las mujeres; mientras el Estado reacciona lento, desarticulado, desparejo entre provincias y de manera insuficiente.

Desde el retorno de la democracia han sido principalmente los movimientos de mujeres que, en una lógica de abajo hacia arriba y muchas veces en soledad, vienen denunciando las desigualdades y violencias, engendradas en patrones socioculturales arcaicos.

Octubre de 2016 será recordado como un punto de inflexión en la agenda feminista en la Argentina. El paro y la movilización masiva en todo el país del pasado 19 de octubre fue un hecho histórico en el camino de lucha por las desigualdades de género y por los reclamos frente a la violencia contra las mujeres.

En noviembre, la Relatora Especial de la ONU sobre violencia contra las mujeres, Dubravka Šimonović, realizó su primera visita oficial a nuestro país y resaltó que el sistema argentino tiene “deficiencias considerables” para prevenir la violencia contra las mujeres y que hay mucho trabajo por realizar para que Argentina logre cumplir con sus obligaciones internacionales y pueda desarraigar actitudes patriarcales enraizadas y estereotipos de género.

Destacó al movimiento argentino Ni Una Menos por darle protagonismo a la problemática de los femicidios y así lograr atraer la atención internacional y señaló que “el gobierno ahora deberá intensificar su accionar para prevenir y combatir los femicidios así como otras formas de violencia de género para asegurar los derechos de cada mujer y cada niña a vivir libre de todo tipo de violencia”. Asimismo, remarcó que hay “una falta de implementación sistemática, coherente y efectiva de los estándares legales internacionales y federales” que genera desigualdades entre las provincias y los niveles de protección para las mujeres y niñas.

Argentina acaba también de rendir cuentas en Ginebra ante el Comité de la ONU sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Entre sus recomendaciones este Comité expresó la necesidad de garantizar que las mujeres tengan acceso a abortos legales y seguros y a servicios posaborto, llevar adelante procedimientos adecuados para lograr que se dé cumplimiento en todas las provincias, y finalmente adoptar la ley para la interrupción voluntaria del embarazo que amplíe los casos permitidos actualmente por el Código Penal.

Asimismo, recomendó dotar de los recursos presupuestarios para aplicar el Plan de Acción Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra la Mujer y la Asistencia a las Víctimas (2017-2019), la generación de datos estadísticos actualizados, entre otras acciones.

Finalmente, sobre la participación política, pidió garantizar por ley la paridad en los cargos legislativos y mitigar la subrepresentación de la mujer en el Poder Ejecutivo y los sindicatos.

La situación en Río Negro

Si hacemos un zoom en la provincia de Río Negro, la situación tampoco es alentadora y, dados los estándares explicitados por las Naciones Unidas, existiría aquí también un incumplimiento de obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. Río Negro es una de las provincias con tasas de femicidios más altas del país: se cometieron 3 femicidios en el mes de marzo en Bariloche, actualmente se está desarrollando el juicio oral y público por el femicidio de Karen Álvarez en Viedma, una adolescente de 14 años que fue violada y asesinada en 2014, y muchos otros casos más que no son reflejados en las cifras oficiales. Ante esta situación, y llegando a fin de año, se observa una alarmante subejecución de los recursos públicos destinados a la lucha contra la violencia de género. Al 30 de septiembre, sobre un total de $1.580.000 destinados al Plan Provincial de Erradicación de Violencia de Género, se llevaban gastados cero pesos (¡).

Una situación similar se presenta en el plan de Institucionalización de Perspectiva de Género. El Consejo Provincial de la Mujer solo gastó el 10%, lo que representa $ 387.384. Por eso, exigimos la ejecución efectiva y el aumento del presupuesto asignado, así como la priorización para 2017 de estas acciones por la gravedad de la situación.

La sanción de la ley de emergencia de género no puede esperar más. Esta misma semana se entregó en la Legislatura provincial un proyecto para la declaración de la Emergencia Púbica en Violencia contra las Mujeres y Colectivos de Diversidad Sexual que fue elaborado y debatido por numerosas organizaciones de mujeres, sindicales, políticas y académicas de la provincia durante todo el 2016. Está acompañado por más de 6.500 firmas de apoyo. Desde abajo, la sociedad reclama políticas inmediatas y avanza con los debates y transformaciones culturales fundamentales. Desde la agenda internacional, se denuncia y recomienda que el Estado, desde sus tres poderes y en todos sus niveles, cumpla con la obligación de implementar acciones urgentes para proteger los derechos humanos. Al tenor de las denuncias de la Relatora y del Comité de la ONU también ha contribuido su parte, obviamente, la situación de Río Negro, que no se encuentra blindada de los compromisos internacionales en materia de derechos humanos.

Como sociedad debemos seguir avanzando en la desnaturalización de los estereotipos patriarcales que llevan a actos discriminatorios contra las mujeres que son el caldo de cultivo, los antecedentes de la violencia. Nosotras, las mujeres, ya hemos comenzado.

(*) Emergentes feministas del Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Derechos, Inclusión y Sociedad (Ciedis), Universidad Nacional de Río Negro

Datos en Río Negro

“(Hay) una falta de implementación sistemática, coherente y efectiva de los estándares legales internacionales y federales”.
Dubravka Šimonović, relatora de la ONU, sobre la violencia contra la mujer.

Las marchas de Ni Una Menos marcaron un antes y un después: las mujeres dijeron ‘hasta acá llegamos’; mientras que es posible que el varón agresor, al sentirse amenazado, golpee más, mate más”.

Lucrecia Donoso, de Atención Integral en Violencia de Género (Rosario), tras la detención de 6 golpeadores en un solo día

Datos

4
Los femicidios ocurridos en Río Negro durante este año, una de las tasas más altas del país, en relación con su población.
3 denuncias
por día se presentan en la provincia por situaciones de violencia de género.
0 pesos
se gastaron de $ 1.580.000 destinados al Plan Provincial de Erradicación de Violencia de Género. El Consejo de la Mujer ejecutó el 10% del presupuesto.

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