Boca volvió al triunfo con un Benedetto imparable

Benedetto se sacó la mufa y Boca se floreó ante Quilmes en La Bombonera. Fue 4-1, para que el Xeneize se destape de cara al choque con Lanús.

Fútbol de AFA

De todas las formas. Para el aplauso, para la foto, para el grito desaforado. Cuando estaban en cero, cuando habían empatado, cuando ya estaban más cómodos. De taco, con un misilazo, de cabeza. Todos los goles que Benedetto dejó pasar en los partidos anteriores aparecieron ayer por la tarde en La Bombonera, para que el Xeneize supere 4-1 a Quilmes en un duelo al que prácticamente le sobró un tiempo.

El ex Arsenal abrió el marcador cuando iban sólo 7 minutos, con un taco exquisito en el área chica tras un centro cruzado. Boca era un vendaval y comenzaba a construir una goleada, aunque rápidamente recibió un cachetazo en contra.

Sobre los 12, tras un avance profundo de Quilmes ante una defensa pasiva del local, apareció Hernán Da Campo para el 1-1 parcial, revelando que así como Boca atacaba con toda intensidad, carecía de defensa alguna.

Ese gol terminó cambiando el curso del encuentro. Porque allí, Boca ajustó líneas y se dedicó a seguir golpeando a su rival, pero siempre con un ojo puesto en no descuidar su retaguardia.

Cinco minutos después, llegó la tranquilidad. Boca salió prolijo desde el fondo, Benedetto recibió y, desde 35 metros, sacó un remate impresionante que se colgó contra el ángulo derecho para que La Bombonera grite el 2-1.

La aparición del Pelado no se hizo esperar mucho más. A los 22, tras una gran jugada colectiva, Benedetto metió otro gran taco para habilitar a Centurión, que definió con calma y puso el 3 a 1. A esta altura, todo parecía controlado.

Boca terminó de sentenciar las cosas a los 25. Pavón desbordó por izquierda, enganchó ante un defensor y envió un preciso centro para que Benedetto, con un cabezazo, anotara su triplete y le diera el 4-1 definitivo al Xeneize, que era muy superior.

De allí en más, el partido fue casi un amistoso entre solteros y casados, pero sin arcos. Pocas situaciones, casi todas para Boca, y mucho toque de banda a banda para manejar la ventaja con calma en el lado local, ante un Quilmes que parecía un plateísta de lujo en La Bombonera.

Boca volvió a ganar, y lo hizo de buena forma. Ahora deberá poner todas las fichas en el duelo del miércoles, por la Copa Argentina, ante Lanús. Allí está el gran objetivo: volver a la Libertadores.

Un equipo

de alta precisión

Podio Fútbol

Datos

El Mellizo volvió a cambiar algunas piezas pero respetó el esquema, y funcionó bien. El ingreso de Sebastián Pérez aportó orden en el medio.
“El primer gol fue un desahogo. A los otros los disfruté más, los venía esperando con muchas ansias. Soñaba algo así”,
afirmó Darío Benedetto, la gran figura en el triunfo del Xeneize como local.

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