¡Argentina vperiód!

Mundial 2018

Por Messi, por Maradona. Por River, por los amigos. Por tantos músicos y escritores. Muchos motivos para querer a la celeste y blanca en la vida de este compositor ruso que un día dejó Moscú para embarcarse en una gira por la Argentina y encontró en el Alto Valle su lugar en el mundo.

Vino y se fue un par de veces, hasta que aquí se quedó. Hoy, a los 48 años, Alan Tetchiev es docente de Licenciatura en Música Popular y coordinador del taller de extensión Escuela de Jazz del IUPA en Roca. Como músico, integra el Grupo de Jazz de Fundación Cultural Patagonia. Instalado con su mujer Ekaterina y su hija Emilia (nacida en la Argentina) en un departamento de la Ciudad de las Artes y a la espera de poder terminar de construir su casa en un lote cercano con un crédito Procrear, su primer contacto con el fútbol argentino fue en un cuarto de hotel en Buenos Aires, cuando vio al River de Francescoli en un pequeño monitor. “Del Enzo y del Burrito”, agrega. Y fue amor para siempre. Como con la Patagonia. “Vivir acá es incomparable”, dice mientras el sol de la tarde hace brillar el banderín del Millonario colgado en la pared. “Argentina tiene algo”, agrega.

P- ¿Jugará de local en Rusia?

R- Totalmente. Los rusos adoran a la selección, a Messi, el ídolo de los pibes. Único. Y los más grandes aman a Maradona. Un Dios con falencias, pero siempre un Dios. Jugaba con el corazón. Duele lo que le pasó después. Aparte hay muchos jugando allá: Rigoni, Driuzzi, Paredes… Les gusta mucho el fútbol de nuestro país. Y digo nuestro porque así lo siento. Tengo dos países…

“En Moscú venden
mates, yerba y bombillas en las boutiques de té más caretas. ¡Y carísimo! Es reloco…”.

Alan advierte: el dulce de leche no se consigue.

P- ¿Y cómo los tratarán a los argentinos que vayan?

R- Muy bien. Hay un mito de que somos cerrados y huraños. No. Somos un pueblo que ha sufrido mucho y eso se nota. Muchos van a ofrecer un lugar en su casa a los visitantes. Somos pueblos con algo en común: nos gusta compartir. No digo los caretas que andan en las tiendas de Moscú con sus billeteras llenas peor que en Nueva York. Hablo de la gente de corazón, les van a dar la bienvenida como corresponde. Fijate en las redes lo que dicen los argentinos que viven allá. ¿Cerrados y huraños? Esa imagen la formaron los estadounidenses.

P- ¿Y que habría que saber decir en ruso?

R- Aparte de como llegar al estadio y donde comer bien y barato, les recomiendo que aprendan a decir cómo te llamas, porque se van a volver locos con las rusas. Son bonitas. Como las argentinas… Ojo con los restaurantes del centro del Moscú. Son caros. Anoten el bar “Che”. Buena comida y buena música. Al Che Guevara también lo adoran…

“Que los que vayan aprendan a decir cómo te llamas. En el subte se van a volver locos: las rusas son muy lindas…”.

Se dice “Kak tebia zovut”, explica.

Cuenta Alan que no cree que haya problemas con los viajeros en la capital, donde Argentina debutará con Nigeria. “Mucha seguridad. Está en el centro físico, rodeada de un aro, y otro y otro y otro. Después, en los suburbios, hay que andar con más cuidado”.

A Nizhni Nóvgorod, donde el equipo jugará con Croacia, la describe así: “Una ciudad antigua, típica de la parte media de Rusia, arquitectura interesante”. Y esto dice sobre San Petersburgo, donde la selección enfrentará a Nigeria: “Edificios hermosos. Y el río Neva que la atraviesa, con puentes que suben a la noche para que pasen barcos. Gente muy calma y muy educada, cuna del ballet ruso, museos abiertos en las noches blancas”.

Últimos consejos para los viajeros: llevar dólares y poca ropa de verano. Y una certeza: “Van a volver con otra visión. Allá hay problemas, como acá. Pero la parte humana no falla”.