Este Boca tiene la firma de los Mellizos

Marzo de 2016. Guillermo Barros Schelotto es presentado como nuevo DT de Boca. En medio de la conferencia, el Mellizo suelta una frase: “Con el tiempo, trataremos de darle al equipo la imagen que nosotros queremos”.

Septiembre de 2017. Pasó un año y medio desde que inició su ciclo al frente del Xeneize. Guillermo ya cosechó un título. Sin embargo, recién en los últimos encuentros se puede notar un equipo que juega a su medida.

En el medio pasaron refuerzos, algunos dramas internos, pasaron partidos claves, clásicos ganados y pasaron también turbulencias como la eliminación de la Libertadores 2016. Pero la espalda ancha de los Barros Schelotto aguantó todo. Y la recompensa futbolística llegó, no tanto con el título, sino más con el reconocimiento que el fútbol argentino le hace hoy a este Boca.

¿Cuál es la firma de los Mellizos? En principio, la vertiginosidad con la que juega el Xeneize. Es un equipo que da la sensación de ser una aplanadora que se lleva por delante rival tras rival y que no detiene su marcha.

El mediocampo y la zona de fuego de Boca son sus principales armas. La defensa continúa con varias dudas que se arrastran desde el período post Falcioni sin importar los nombres propios. Si sufre menos, es porque le llegan menos producto de una presión firme comandada por Barrios.

En cuanto a intérpretes, se puede hablar de un equipo estelar porque hay componentes de Selección en casi todas las líneas. A saber: Fabra, Barrios y Cardona (Colombia), Nández (Uruguay) y Benedetto (Argentina), con posibilidades que la Albiceleste amplíe el cupo a varios Xeneizes más para el cruce con Perú.

Claro, hay una diferencia con varios equipos y es que Boca no está jugando copas internacionales (la cuenta pendiente de este cuerpo técnico), por lo que llega más preparado y con más resto físico a los encuentros. Pero de todas formas el mayor contraste se da en el nivel de juego.

El equipo de los Barros Schelotto es trabajador, porque repite mecánicas que labura en la semana y que luego lleva a cabo. La propuesta de jugar con pases cortos y transiciones rápidas en la ofensiva se materializa sea cual sea el rival y la situación: jugó así en el incómodo partido con Lanús, aún cuando no ayudó la cancha; jugó así en el tibio 1-0 ante Brown y jugó así en la goleada al Tomba.

Otro de los tópicos pasa por la confianza. Partidos como el de Godoy Cruz eran una derrota casi segura meses atrás. Y la sensación general del domingo fue que con el paso de los minutos, Boca daría vuelta el encuentro.

Así, el Xeneize encontró una solidez que se hizo esperar. Pero llegó, y lo hizo con la firma de los Mellizos. Habrá que ver por cuánto tiempo pueden mantenerla y si lograrán coronarla.