¿Cómo fue la campaña del Depo y del Rojo?

El elenco de Neuquén tuvo un buen arranque, pero luego cayó y sufrió lesiones. Roca mereció más de lo que ligó, pero viene de racha.

¿Cómo fue la campaña del Depo y del Rojo?

Con un cruce clave que se desarrollará a partir de las 21:30, tanto Deportivo Roca como Independiente de Neuquén saldrán a demostrar que ambos hicieron méritos para llegar a dar pelea como hoy ocurre. Por eso, vale repasar como arriban los dos conjuntos a este cruce.

Roca se convenció de su potencial

El campeonato del Naranja, al menos hasta hoy, se dividió en tres grandes momentos. El primero fue, quizás, el más complicado de sobrellevar. Es que de los primeros 18 puntos, Roca sacó apenas 4. Perdió 4 encuentros, ganó sólo ante Madryn en el Maiolino y sumó un magro empate sin tantos ante Sansinena. En aquel momento, los dirigidos por Mauro Laspada mostraban un juego similar al de sus rivales, pero la falta de efectividad les pasaba factura y sumaban menos de lo que debían.

Con la victoria en La Chacra ante Independiente llegó el primer quiebre. Sin embargo, el Naranja quedó perfilado para recuperarse y dio otro paso en falso. Y aquí llegó el segundo momento clave, cuando el plantel roquense confirmaba que estaba para mucho más. Empató dos partidos seguidos como local, ante Villa Mitre y Alvarado, y en ambos pudo haber ganado. Algunos fallos en la zona defensiva y el arco costaron caros, y el sector de artillería seguía sin cumplir del todo. Y parecía que la temporada sería definitivamente para el olvido.

Sin embargo Roca levantó cabeza y entró en su tercer etapa, la más favorable hasta el momento, con el triunfazo en el clásico ante Cipolletti como local. Allí, el Naranja confirmó que con un poco de firmeza en el fondo y efectividad arriba podía transformar todo su potencial en un peligro para los rivales. Y si bien perdió en Sansinena, venció a Rivadavia y Ferro sin demasiados cuestionamientos. Por eso, llega al cruce de hoy con 9 de los últimos 12 puntos cosechados.

Independiente, en plena levantada

El Rojo tuvo un muy buen arranque. Sacó 7 de 12 en el comienzo del campeonato e ilusionó a sus hinchas. Las victorias con Alvarado en casa y Sansinena afuera le dieron aire en una zona muy competitiva.

Sin embargo, entre lesiones y merma futbolística, la formación de Diego Trotta tuvo un bajón pronunciado. Llegaron derrotas injustas (Cipolletti y Rivadavia) y el ánimo quedó por el piso. Las caídas ante Roca en la Chacra, Ferro en General Pico y Alvarado por goleada en Mar del Plata, hicieron tambalear al equipo y lo pusieron cerca de los puestos de descenso.

En el peor momento, el conjunto neuquino renació. El entrenador recurrió a sus jugadores de relevo y el barco salió a flote. Manuel Berra se recuperó de un desgarro y en su regreso le dio el triunfo a Independiente en un partido de 6 puntos ante Madryn. La energía cambió para bien, porque sacó un puntazo en la Visera jugando de igual a igual en un terreno que suele ser hostil para el Rojo.

Con otro espíritu, pudo traerse tres puntos de Lincoln, donde tuvo mucha efectividad y ligó como nunca en el torneo. Pontet fue figura y la suerte, que había sido tantas veces esquiva, le guiñó un ojo. Finalmente, el partido ante Ferro en la Chacra del último sábado fue lo mejor del campeonato.

Actitud, contundencia, fútbol y rebeldía. Independiente le metió 4 a uno de los candidatos de la zona 1 y se ganó su chance de seguir con vida en busca de la clasificación.


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