La Copa Neuquén, premio para Centenario

El equipo de la Colonia hizo historia y se quedó con la quinta edición de la Copa Neuquén. Superó 1-0 a un Independiente reforzado por varios federales. El único gol lo anotó Randone.

Centenario es un equipo inteligente y con mucho oficio, pero ayer le agregó un dato clave: se supo inferior. Independiente le puso varios jugadores federales y por eso la premisa de la Colonia fue tomar recaudos, cuidar el cero y acertar en el momento justo. Le salió perfecto y se coronó campeón en la Copa Neuquén.

Pablo Randone, a los 35 del primer tiempo, sacó máximo provecho de una falla en la última línea del Rojo y metió el definitivo 1-0. Así, Cente se transformó en el tercer dueño de copa, que tuvo a Rincón como claro dominador en el arranque -ganó tres al hilo- y siguió con la inolvidable conquista de Pacífico hace un año.

De movida, Independiente mostró credenciales y las presencia de Solís, Artaza, Ramos, Vázquez y Abayián -todos del plantel principal- inquietaron a Cente. Por eso no sorprendieron las jugadas que casi terminan en gol del Burrito primero y de Barrera después. Todo en los 10 iniciales.

Sin embargo, a partir de ahí, el Rojo se pinchó. Siguió con la posesión de la pelota, pero Cente se dio cuenta que podía ganar la batalla del medio. La historia se equilibró y en la primera llegada a fondo, Randone facturó. Falló en la salida Paz y el volante definió por arriba a Arregui, para desatar la locura en la parcialidad de la Colonia, que colmó su sector. De las 1.500 personas, más de 900 llegaron desde la Colonia.

El Rojo sintió el impacto y en esos diez finales mostró su peor versión en el partido. De todas maneras, por nombres, marchó a vestuarios con la ilusión de darlo vuelta en los 45 finales.

Trotta mandó a Villegas a la cancha y con su presencia, Independiente arrinconó a Centenario. Lo buscó por todos lados, pero fue imposible. Los Del Pino, impasables. Y el arquero Maggio, seguro de arriba y colosal con un par de mano a mano que pudieron cambiar la historia.

El equipo de Manu Sánchez se aferró al 1-0 y cuando pudo salir, hizo la lógica: cuidó la pelota bien lejos de su área. Resignó la posibilidad de buscar el segundo, por la sencilla razón de que se quedó sin piernas, ante un rival que por momentos dio señales de ser de otra categoría, pero que no supo encontrar los caminos para llegar al 1-1.

Centenario fue el mejor de la fase regular, terminó el torneo con un impresionante registro de 11-1 y es un merecido campeón. Ayer no le importó ser inferior, pero ejecutó su plan a la perfección y su gente gritó, sin parar: “Cente va a volver, va a volver…”


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