Larrondo, una de cal y una de arena

Marcelo Larrondo sumó en las últimas horas una lesión más a la lista de problemas que acumula desde su llegada a River.

Parece una broma, pero no lo es. Después de recuperarse de un largo período de inactividad, y con un presente que lo tenía sumando minutos y ritmo (incluso con gol), el fútbol le jugó una mala pasada más al delantero.

La práctica del sábado por la tarde/noche fue escenario para la mala noticia. Allí, Larrondo sintió un dolor fuerte en la rodilla izquierda tras realizar un movimiento brusco, luego de un resbalón buscando la pelota durante un ejercicio táctico.

Inmediatamente se encendieron las luces de alarma, sobre todo por los gestos de dolor del ex Rosario Central. Los médicos actuaron rápido y lo sacaron del entrenamiento, pero en su traslado hasta el hotel el jugador no lograba siquiera pisar firme. Y crecía el miedo de una lesión ligamentaria grave.

Sin embargo, la jornada de ayer trajo algo más de calma al mundo Millonario.

Según indicó el cuerpo médico, la lesión fue un esguince en la rodilla izquierda, pero que no alcanza a entrar en la categoría de los “graves”, por lo que le demandaría menos tiempo de recuperación y, al mismo tiempo, menos consecuencias a futuro.

Vale recordar que desde su arribo en 2016, Larrondo apenas jugó 13 encuentros con la camiseta de River, y ni siquiera participó los 90 minutos en todos.

No hubo precisiones de parte del cuerpo médico sobre el tiempo de rehabilitación, pero se estima que serían al menos dos semanas afuera en el menor de los casos.

Al mismo tiempo, otro lesionado que recibió mejores nuevas fue Rodrigo Mora, que anunció que en tres semanas podría dejar las muletas.

“Es lenta la recuperación, pero le estoy dando con todo, es un desafío que me puso la vida” aseguró el delantero uruguayo.

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